La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) informó sobre el aumento del procesamiento en la molienda a marzo del 2022. Si bien se alcanzó un 36% de crecimiento en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo del año anterior, sigue la incertidumbre en el sector respecto al abastecimiento a causa de la fuerte sequía.
El gremio agroindustrial refiere que la molienda total de oleaginosas al cierre del primer trimestre del 2022 alcanzó 655.784 toneladas, una mejora de alrededor de 240 mil toneladas con relación al mismo periodo del año anterior, lo que representa un crecimiento del 36%.
Pese a eso, el informe señala que este si se compara el valor obtenido este año con el promedio de los últimos tres años, la mejora es apenas del 3% en todo el sector. Cabe destacar que, a diferencia de este año, en el primer trimestre del 2020 y del 2021, y sobre todo en este último, los factores climáticos han retrasado el momento de inicio de la cosecha.
Pese a que la condición climática genera problemas al sector desde hace dos años, el resultado de estos primeros meses no demuestra aún los grandes desafíos que atraviesa la cadena de valor de las oleaginosas ante la caída de la producción, que registró una baja del 32% en el comparativo del último periodo respecto a años anteriores.
Desde el gremio sostienen que esa es una señal muy clara de lo que será la situación en los próximos meses respecto al abastecimiento de la materia prima y que, de mantenerse así, el pronósticos de que las fábricas dejen de procesar a mediados de año se haría real.
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Importación de materia prima
La caída en la producción durante este año mantiene en incertidumbre al sector agroindustrial debido a que solo cuentan con materia prima que aguantaría hasta junio aproximadamente. Desde la Cappro mencionaron que avanzan con la flexibilización del régimen de admisión temporaria para la importación de soja y solo aguardan la firma del decreto del Ejecutivo.
“Para buscar mejorar esta situación, que ya es estructural, estamos convencidos que es de vital importancia definir una política industrial clara que permita a las agroindustrias nacionales competir en igualdad de condiciones con las de otros países. Tener un régimen de admisión temporaria para importación de materia prima que se ajuste a las particularidades de la industria aceitera es un muy buen primer paso”, aseguran desde el gremio.
En su último informe, desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP) informaban que en la zafra 2021-2022, los rendimientos tuvieron un promedio de 979 kilos por hectárea frente a más de 2.000 kilos por hectárea que se logró en la zafra anterior, llegando a una producción de soja que raspó de 3.418.971 toneladas, considerada una de las cosechas más bajas en 25 años.
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