Alba Delvalle
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La carne y la actividad ganadera representan sin duda uno de los principales pilares de la economía paraguaya, y para lograr convertirse en ese sostén para miles de familias paraguayas, los distintos actores de la cadena representan un papel trascendental. Y en el afán de satisfacer la necesidad de un grupo de productores de trabajar en el desarrollo del sector y, específicamente, en lo que respecta a la comercialización del ganado y la carne propiamente, se dio inicio en setiembre del 2019 a la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (Appec).
Para conocer más a fondo a esta agremiación y a quien la lidera actualmente, el diario La Nación-Nación Media conversó con su presidente, Fernando Serrati, quien desde hace 38 años forja una trayectoria gremialista trabajando en distintas asociaciones, fundaciones o agremiaciones, según nos relató.
“De joven aprendí sobre el sentido de pertenencia. Este concepto significa que uno debe contribuir con el lugar donde vive o con la actividad con que uno se gana la vida. El sentido de pertenencia indica que uno pertenece a ese lugar, a esa actividad”, expresó en la entrevista.
Al tiempo de agregar que ha pasado por varios gremios como el Consorcio de Ganaderos para Experimentación Agropecuaria (CEA), el Movimiento CREA, la Asociación Rural del Paraguay (ARP), la Nelore y en la actualidad está como presidente de la APPEC, “lo que me permite hacer lo que creo que se debe hacer para cumplir con este sentido que mencioné”, remarcó.
Fernando Serrati, como persona, es también presidente de la Ganadera Piripucu SA desde 1990 de manera ininterrumpida y se remonta un poco en la historia de esta actividad familiar, que trascendió generaciones, pues recordó que su bisabuelo José Serrati fue quien compró el primer campo en 1892, en el departamento de San Pedro.
Se trata de la estancia Ocampo Cue, campo que hasta hoy lo conservan, mientras que la empresa como SA se fundó en 1914. “Vale decir que nuestro establecimiento tiene 130 años y nuestra SA tiene más de 100 años”, subrayó el ganadero.
Objetivos claros y definidos
Consultamos al titular de la Appec cómo vivió el sector y propiamente la asociación las adversidades más recientes como la pandemia y los fenómenos climáticos, a lo que refirió en el primer caso que sin duda afectó en materia de salud, pero como la actividad ganadera se desarrolla en el campo, pudieron organizar rápidamente sistemas que les permitieron seguir con todos los trabajos.
En cuanto al clima, la ganadería sorteó crecientes y sequías, pero el productor paraguayo en general y los socios de la Appec en particular, dijo, saben qué deben hacer y cómo enfrentarlo. “Siempre es un gran sacrificio, lidiar con el fuego por ejemplo, nuestra gente está preparada y capacitada para hacer frente a estas adversidades”, añadió.
Esto se logra debido a que se constituyen y se organizan para trabajar en objetivos muy claros y bien definidos, pues cuentan con un comité directivo muy analítico, responsables de la delicada misión entusiasta a más de estar comprometidos con la causa.
Respecto a lo que significa liderar una asociación, aseveró que siente una gran responsabilidad, más aún al ser el primer presidente, pues sabía que tenía que dedicarle mucho tiempo, y así lo hizo, ya que está convencido que serían un muy buen equipo y porque considera necesario cambiar esquemas que no benefician a los productores.
Liderazgo y desafíos del sector
En ese sentido, preguntamos cómo debe ser un líder para él, a lo que respondió que debe ser uno comprometido con la causa, tener conocimiento, rodearse de las mejores personas y escucharlas. Debe estar en sintonía con lo que hace y su conciencia.
“Si uno hace lo contrario a su conciencia no será feliz, y si no es feliz no hará nada en la vida. Debe tener mucha paciencia para entender a los demás, debe conocerse a sí mismo y, sobre todo, debe respetar al otro”, afirmó.
Para don Fernando, la ganadería es una actividad que aporta mucho al país, que genera mucho trabajo, que mueve a muchas ciudades del interior y que necesita desesperadamente tener un horizonte que permita sostener y crecer. De lo contrario, si el productor no gana plata, no puede sobrevivir y mucho menos invertir, por lo que es necesario que toda la cadena cárnica se una y comparta esta visión.
“Todos debemos ganar para que el modelo se conserve. Los desafíos son muy importantes, hoy estamos fuera de los principales mercados, estamos dependiendo mucho de pocos mercados. Es necesario el acceso a China, a Estados Unidos, Canadá, México, destinos que brindarían otra perspectiva”, refirió.
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Transparentar la actividad
El titular de la Appec señaló igualmente que es imperioso contar con normativas que transparenten toda la actividad, pues solo por dar un ejemplo indicó que a estas alturas no se cuenta con información al día, la reciben tarde y esto les parece un gran despropósito.
Para entender la importancia de este sector, como uno de los pilares de la economía paraguaya, de las exportaciones totales de Paraguay en el 2021, sin contar energía eléctrica, que fue de unos US$ 10.000 millones, enfatizó que de esto más de US$ 1,6 millones fue carne bovina, además de otras carnes por US$ 460 millones.
Y con las nuevas previsiones económicas para este 2022, que se visualizan a la baja, la faena también se perfila con una menor actividad, de 2.260.000 cabezas a 1.800.000, lo que será otro golpe para la economía local, a más de que ya se perdió unos US$ 2.600 millones en la soja a causa de la sequía, sostuvo.
“Si nosotros seguimos en este diálogo de sordos, si no miramos a todo el sector, esta caída no cambiará. El tobogán está en caída libre y lastimosamente los líderes no estamos a la altura que la hora lo exige. Nos está faltando humildad y entendimiento”, opinó.
Con relación a lo que acontece con la guerra entre Rusia y Ucrania, y que impactó con los envíos de la carne paraguaya al destino ruso, uno de los principales clientes, señaló que fue algo inesperado, pero que hay que ser francos porque el perjuicio fue para toda la cadena.
Es cuestión de revisar las estadísticas del primer trimestre del 2021 y compararlas con el 2022, ya que se ha exportado un poco menos en volumen de carne, pero no así en dinero, explicó.
Es más, el precio por tonelada exportada subió un 20%, pero al productor le bajó entre un 12,9 y 16% dependiendo de qué categoría se esté conversando, dijo. “Nuestros cálculos nos indican una diferencia no pagada al productor de cerca de US$ 20 millones”, indicó Serrati.
“Acortar diferencias”
Es así que el desafío más importante es “entendernos entre todos los actores de la cadena cárnica, debemos acortar nuestras diferencias y crecer para que al país le vaya mejor”.
Asimismo, instó a las autoridades que sean muy francas con los productores al aclarar sobre los mercados que serán habilitados y, si por alguna razón no lo harán, que se informe con la verdad de modo que el productor elija su sistema de producción acorde al precio que recibirán.
Por último, Serrati destacó que la cadena pasó de exportar US$ 60 millones a US$ 1.600 millones, lo cual no es casualidad, para ello hubo hombres que trabajaron e hicieron su parte, recalcó. “Ojalá estemos todos a la altura de la circunstancia y cambiemos nuestros enfoques o esto no tendrá retorno”, puntualizó.