El sector industrial paraguayo no solo soporta los efectos de una dura sequía, que obliga a una menor producción para el mercado, sino que también a una dura competencia desleal con el contrabando. De acuerdo a un análisis que realizó la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales del Paraguay (Cappro) en el 2021, en Paraguay se consumen aproximadamente 7.700 toneladas de aceite al mes y unas 2.000 toneladas son de origen dudoso.
“Esto significa que las industrias estamos compitiendo en desventaja con productos de origen ilegal y que el Estado está perdiendo millones de dólares mensualmente. En ese sentido decimos no al contrabando”, señala un comunicado del gremio.
En tanto, el importante quiebre en la cosecha de soja a causa de la sequía genera una situación complicada para la agroindustria y pone en riesgo los cerca de 8.800 puestos de trabajo que esta genera, tanto de manera directa como indirecta.
Desde el gremio resaltaron que el importante quiebre en la cosecha de soja, la principal oleaginosa del país, a causa de la sequía, genera una situación por demás complicada para la agroindustria nacional y pone en riesgo los cerca de 8.800 puestos de trabajo que esta genera.
A pesar de que algunas estadísticas del sector al cierre del primer bimestre podrían parecer positivas, principalmente en la comparación interanual, esto se debe a que, a diferencia de los últimos dos años, la cosecha se inició en su fecha habitual y no se dieron los retrasos que se venían dando.
Merma del 60% de la producción
Sin embargo, estos resultados aparentemente positivos se irán diluyendo a medida que avance el año, ya que las informaciones que se reciben van siendo cada vez más negativas y se espera una caída del 60% o mayor en la producción de soja. Considerando esta situación y el difícil contexto competitivo de la industria, la poca materia prima disponible sería enviada a otros destinos en los próximos meses, dejando sin disponibilidad para procesamiento a las industrias nacionales en las últimas semanas.
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Sobre el punto, Sandra Noguera, gerente general de Cappro, explicó que hace dos campañas pasadas se arranca la molienda más tarde, justamente por la demora que hubo en la cosecha. “Actualmente procesamos 420 mil toneladas entre enero y febrero, y vimos mejoría en el nivel de ingresos de divisas de 6%, pero debemos entender que esto tiene una tendencia a la baja porque a media que pasen los meses, la disponibilidad de materia prima también será limitada”, agregó.
En ese marco, Noguera aclaró que se habla de un quiebre de cosecha en comparación con años anteriores, donde se tendrán unas 4 millones de toneladas de soja disponibles para exportar en estado natural y para su procesamiento. “El escenario no es positivo, estamos muy preocupados por la falta de materia prima. Si se cumplen con todas las expectativas, las fábricas estarían obligadas a parar en junio, aproximadamente”, manifestó.