La presión generada por el sector de camioneros y otros trabajadores del volante a través de movilizaciones y cierre de rutas a nivel nacional en reclamo al incremento de precio de los combustibles hizo que el Gobierno primeramente presente un proyecto de ley para subsidiar el combustible mediante un nuevo endeudamiento, que no logró hasta el momento el acompañamiento de varias bancadas.
Ante esto y las marchas y cierre de rutas que continuaron, el Poder Ejecutivo con la intención de calmar la cuestión decidió reducir los precios del gasoil común G. 1.000 y la nafta 93 octanos G. 800 por litro, comercializados por la estatal Petropar, generando así una distorsión en el mercado nacional.
Para obtener una visión profesional y especializada, el diario La Nación, del grupo Nación Media, contactó con el economista José Luis Rodríguez Tornaco, ex viceministro de Industria; el economista y exministro de Hacienda César Barreto y el exministro de Industria y Comercio (MIC) Gustavo Leite.
Rodríguez Tornaco advirtió que Paraguay se encuentra en un estancamiento económico y que según las estimaciones manejadas el promedio de crecimiento económico de estos 4 años de gobierno será cercano al 0%.
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“Y ahora vamos por los subsidios a combustibles. Subsidios y controles de precios no son sostenibles, Argentina es una muestra”, alertó el especialista.
Efectos colaterales muy negativos
Por su parte, el extitular de Hacienda César Barreto expresó que lo grave de la forma en la que las autoridades anunciaron que sería implementado el subsidio del combustible genera efectos colaterales muy negativos en el funcionamiento del mercado de combustibles en nuestro país.
“El Estado al subsidiar solo a través de Petropar introduce una distorsión artificial otorgándole una ventaja en el mercado con relación a sus competidores, los demás emblemas. Esto va directamente a interferir en la igualdad de condiciones que debe primar en un mercado competitivo para que funcione correctamente”, agregó.
Manifestó además que la reducción significa un cambio en las reglas del juego para la inversión de los demás emblemas que asignaron miles de millones de dólares en la construcción de sus estaciones de servicios y afectará a miles de trabajadores en estas empresas.
“Recordemos que Petropar tiene solo un poco más del 10% de todas las estaciones de servicios y esta distorsión generará largas colas, horas de espera y continuos desabastecimientos de los productos en los puntos de carga”, indicó.
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Añadió que si va a haber un subsidio, sea temporal o permanente, la misma debe estar a disposición de todas las empresas que operan en el mercado para evitar mayores daños colaterales a corto y largo plazo.
“La imagen del país de respetar las reglas del juego y garantizar la seguridad jurídica están en juego, no solamente para el sector combustible, sino también para los demás sectores de la economía. Este tipo de discrecionalidad de la autoridad es algo que asusta y repele inversiones tanto locales como extranjeras”, señaló Barreto.
Gustavo Leite, exministro del MIC, acotó a su vez que estas seguidillas de medidas tomadas por el Gobierno, de un endeudamiento demasiado acelerado, con 0% de crecimiento económico y plantear un nuevo endeudamiento para temas que no tienen sentido evidentemente aceleran las posibilidades de que nos convirtamos en una Argentina, o peor, en Venezuela. “Esta clase política que está en el Gobierno es peligrosa para Paraguay”, dijo.