La sequía provocó una gran caída para el sector productivo de la que costará levantarse, según los propios empresarios de este sector. Los efectos no solo se vieron en el campo sino también en las vías fluviales que ante la bajante de los ríos Paraguay y Paraná por las escasas lluvias imposibilitaron la normal operación contribuyendo a las grandes pérdidas que deben enfrentar.
La producción nacional registró pérdidas gigantescas durante esta temporada debido a la prolongada sequía que acabó con casi toda la cosecha sin dar lugar a nuevas posibilidades de siembra debido a las condiciones del suelo que no mejoraron hasta las últimas semanas. Según la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales del Paraguay (Cappro), los efectos también se vieron en la bajante de los ríos, que generó problemas para la salida de los productos hacia los mercados internacionales (exportación).
“Los ríos Paraná y Paraguay son las principales vías de salida de la producción nacional, la bajante dificulta la navegación e impide a las embarcaciones operar al 100% de su capacidad restando competitividad al sector”, mencionaron desde su cuenta.
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Agregaron que de todas las exportaciones del complejo sojero registradas en el 2021, el 90% fue enviado al extranjero por la vía fluvial y solo el 10% restante por vía terrestre, por lo que se asume que las condiciones en cuanto a la bajante empeoraron la situación respecto a la caída que experimentó no solo el sojero, sino todo el sector de la producción.
Según el informe del Banco Central del Paraguay (BCP), unas 8,81 millones de toneladas de granos, aceite, harina y cascarilla de soja se lograron exportar en el año 2021, lo que representa una reducción de 6,2% si se compara con el 2020. Estos volúmenes resultan lógicos considerando la menor cosecha pero aseguran que guarda relación con el descenso de los ríos.
Si bien todo el sector de la producción se encuentra trabajando para poder reactivar la economía mediante nuevas siembra y cosechas, estiman que las consecuencias podrían sentirse aún más durante el inicio del segundo semestre atendiendo al cumplimiento de contratos que probablemente no podrán ser cumplidos ante la menor producción.
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