El exministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, alertó que no se puede crear a las apuradas un fondo de estabilización para equilibrar el precio del combustible. Dijo que los subsidios son medidas ocasionales y que en este caso el Estado podría terminar no solo otorgando US$ 100 millones, sino ampliando el margen de deuda incluso hasta llegar a US$ 700 millones.

Afirmó que el Gobierno está sin caja, con un serio problema de credibilidad y con el agravante de una población exasperada.

“A mí me parece que el fondo es una medida deseable, pero no se puede hacer a las apuradas y para solucionar un tema coyuntural. De este fondo ya se habló en el momento en que nosotros pasamos el combustible a un mercado libre”, indicó en contacto telefónico con la 650 AM.

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Leite manifestó que endeudar al país y otorgar subsidios alentarán la corrupción. “Los subsidios son circunstancias únicas, coyunturales de corto plazo, para salvar una situación específica y luego se tiene que volver a la normalidad”, añadió.

Abrirá la posibilidad de aumentar el endeudamiento

Expresó que de persistir el problema abrirá la posibilidad de ir endeudando por más montos al país. “Primero vamos a endeudarnos en 100 millones (de dólares) y después, si sigue, vamos a seguir, te van a decir, y podemos terminar en 500, 600, 700 millones”, alertó al aclarar que los subsidios a pasajeros del transporte público sí pueden ser estudiados.

“Los subsidios tipo Pytyvõ, por lo menos sabés a quién se da la plata, pero el subsidio a cualquiera es un peligro para cualquier economía de mercado. Y hoy, con las circunstancias que tenemos en Paraguay, donde estamos totalmente a la deriva en conducción económica, es muy peligroso”, significó.

Falta de credibilidad

Gustavo Leite indicó que el Gobierno afronta un serio problema de credibilidad y sin caja, lo que aún más enerva a la ciudadanía. “Este gobierno se encargó de descajarse y con toda la población en contra y exasperada”, refirió.

Por otro lado, el exministro destacó que otros países como Estados Unidos aguantan este tipo de subas de los derivados del petróleo porque “todavía tiene credibilidad el gobierno”.

“Aquí el Gobierno perdió su capital político, entonces cualquier cosa que se haga le repercute al Gobierno. Y como creen que se va a robar en todo lo que se va a hacer, ya la gente está exasperada. Entonces, aquí hay una mezcla de pirevai de casi cuatro años de corrupción institucionalizada con una falta de transparencia en los costos”, indicó.

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