A raíz de la suba generalizada de precios de la canasta básica, muchos sectores alegan verse en la necesidad de incrementar también sus precios de modo a lograr equiparar márgenes, y ante ello, el temor de los consumidores de cómo sobrevivir y llegar a fin de mes, es la gran interrogante.
La inflación acumulada en los dos primeros meses de este año por el encarecimiento general de los precios se situó en 2,8%, mientras que la variación mensual fue de 1,4% y la de 12 meses incluso 9,3%, siendo la más alta en los últimos casi 11 años, según los registros históricos del Banco Central del Paraguay (BCP).
La presión inflacionaria se agrava cada vez más con los altos precios de los combustibles, actualmente muy reclamado por la ciudadanía en general así como los distintos sectores económicos, motivo por el cual el gobierno tuvo que movilizarse para gestionar medidas alternativas.
Al respecto, desde el sector lácteo, de alguna manera quieren tranquilizar a la población de que al menos en los productos derivados de la leche no estarán causando aflicción por posibles subas, aunque sea una cuestión válida para tener en cuenta.
“El combustible no tiene límites, el alimento balanceado y las cosechas se perdieron por la sequía, entonces, hay una serie de costos que suben, pero no vamos a crear grandes zozobras en términos de precios”, expresó en conversación con la 1020 AM el presidente de la Cámara Paraguaya de la Industriales Lácteos (Capailnac), Erno Becker.
No obstante, señaló que es preciso manjar con prudencia el factor de los precios, y que se debe proporcionar a los industriales lácteos, así como los distintos sectores productivos o económicos del país, la estabilidad necesaria para que ellos repercuta también para bienestar de los consumidores.