Tras la tendencia alcista en el precio de los combustibles debido al contexto internacional y el aumento en las cotizaciones del petróleo, que inciden directamente en el mercado local al ser Paraguay un país dependiente importador, desde el Gobierno comenzaron recientemente a evaluar una serie de medidas que podrían atenuar el impacto.
Además de haber reducido el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de los combustibles, se barajó la posibilidad de buscar nuevos proveedores para diversificar las compras del carburante y también crear un fondo que pudiera sostener al rubro cuando se dan este tipo de fluctuaciones en el mercado.
Con relación a esta última alternativa, el viceministro de Economía, Iván Haas, anunció que en la tarde de este jueves 10 de marzo, el Gobierno estaría planteando la iniciativa al sector privado, y que el fondo provendría de recursos de la petrolera estatal, Petropar, según posteo en Twitter de Radio Nacional, pero el tuit de la procedencia de dicho fondo luego fue eliminado.
“Será un fondo constituido a través de un fideicomiso que pueda pagar una parte del costo que paga el consumidor final en lo referente al combustible, y esta propuesta del fondo de estabilización de los precios de los combustibles vamos a presentarle esta tarde al sector privado”, expresó Haas.
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Suavizar impacto
Al respecto, el viceministro señaló que la idea no es mantener un precio fijo de manera artificial, sino suavizar las subidas bruscas como ocurren actualmente, de modo que el aumento del precio del combustible sea más lento y no tan rápido como ahora, golpeando fuertemente a la ciudadanía.
No obstante, indicó que se está trabajando aún en el proyecto para que actúe como una especie de subsidio y sea temporal, de forma que el consumidor final no tenga que enfrentarse de forma tan directa a los aumentos bruscos.
Mientras tanto, algunos emblemas del sector privado estarían incrementando nuevamente desde este fin de semana entre G. 500 y G. 700 incluso los precios de combustibles, que según empresarios del sector, es necesario porque se vuelve insostenible la distribución por los altos costos no solo del petróleo, sino también de logística y fletes.
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