El contexto actual de suba generalizada de precios afecta a todos los estratos sociales, en especial por el aumento del combustible, que es el componente energético más utilizado para hacer funcionar los distintos sectores económicos.
Uno de ellos, el de la producción, sector que también alza su voz con relación al reajuste constante que se viene aplicando al combustible en las últimas semanas, pues también incide en los resultados productivos, más aún al atravesar una de las peores campañas agrícolas a causa de la sequía.
“El combustible no puede subir cada semana, creo que eso es un manejo muy imprudente en la situación actual. Ayer cayó 13% y nadie dice vamos a bajar. Pero apenas sube y dicen: ya vamos a subir”, opinó el titular de la Unión de Gremios de la Producción, Héctor Cristaldo, en contacto con la 780 AM. En este sentido, mencionó que la inflación es de 9,3%, acercándose a los 2 dígitos al que hace rato no se llegaba y que la proyección, de seguir así, es llegar cerca del 20% este año si es que no se hacen las correcciones necesarias.
Lea también: Paraguay puede aumentar sus exportaciones a Corea del Sur en un 13%, según ITC
Agenda prioritaria
Al tiempo de lamentar que mucho de los tomadores de decisión están enfocados en el “barrio contra barrio electoral”, y que al parecer no está en la agenda, como prioridad, el tema económico.
Lo que agrava el escenario es que esta presión que se da en los precios coincida con la cosecha actual, la peor desde hace mucho tiempo, que concibió pérdidas importantes de capital operativo, por lo que se debe tomar la situación para trabajar coordinada y armónicamente entre el sector público y privado, entre todos los actores y no solo de la soja, de modo de generar el efecto rebote y lograr la recuperación económica ya para los próximos años.
Puede interesarle: Una buena: podría bajar el precio de la carne, según cámara del rubro
Esto, teniendo en cuenta que se puede volver a atravesar una campaña agrícola no muy fuerte en el 2023, para lo cual hay seis meses de tiempo para alistarse y organizarse, pues para el mes de setiembre ya tendría que arrancar la siembra, que si no hay condiciones se puede volver a un fracaso y así el siguiente 2024 corre el riesgo de ser otro año perdido, dijo.
Es así que es el momento de ponerse las pilas ahora y hacer lo mejor que se pueda con lo que se tenga, de modo de comenzar a construir esa necesaria y verdadera recuperación que el país necesita ya para el 2023, acotó.