Por Adriana Bock, economista

Antes de iniciar tu camino como inversionista es fundamental que conozcas los tipos de inversiones y sus características de forma tal, que puedas elegir la que mejor se adapta a vos y a tus objetivos.

Si bien el tema es bastante amplio y puede profundizarse mucho más, lo primero que necesitás saber es que, toda inversión tiene tres aspectos o dimensiones sin las cuales no sería tal, que son: la rentabilidad, la seguridad o riesgo, y la liquidez.

A continuación, explicamos cada una de estas dimensiones:

- Rentabilidad: se trata de la relación que existe entre un capital invertido en un determinado instrumento y la ganancia que puede obtenerse como resultado de dicha operación.

- Riesgo: consiste básicamente en la probabilidad que existe, mayor o menor, de que la inversión no resulte conforme a lo esperado.

- Liquidez: se trata de la facilidad y rapidez con la cual pueda recuperarse el capital invertido en un determinado activo.

Cada tipo de inversión posee una combinación diferente y particular de estas tres dimensiones y esto es justamente lo que distingue a cada una de ellas.

Conforme a lo anterior, mencionamos tres tipos principales de inversiones y sus características:

Negocio propio: este tipo de inversión posee una rentabilidad relativa, es decir, depende de muchos factores. Con relación a la liquidez, es generalmente baja, ya que puede resultar difícil recuperar el capital de manera rápida. En cuanto al riesgo, se considera uno de los más altos, por estar sujeto a un alto grado de incertidumbre. Por lo tanto, invertir en un negocio propio requiere, no sólo mucha planificación previa, sino también mucha dedicación y gestión.

Inversión financiera: en cuanto a las dimensiones, tanto la rentabilidad como el riesgo y la liquidez son relativos, ya que existe una variedad de instrumentos, como bonos, acciones o fondos patrimoniales, con características muy diversas. Por este motivo, este tipo de inversión requiere contar con algo de conocimiento y sobre todo, un buen asesoramiento.

Inversión inmobiliaria: se considera la menos riesgosa entre las tres mencionadas, pudiendo ser muy rentable, dependiendo de ciertos factores, como la ubicación o el costo del financiamiento, si lo hubiere. En cuanto a la liquidez, también es relativa y sujeta a las condiciones de mercado.

Es importante destacar que la adecuada elección de un tipo específico de inversión depende fundamentalmente del perfil del inversionista (conservador, moderado o agresivo) así como de los objetivos que este persigue, pues no es lo mismo si busca generar ingresos a corto plazo, o si está planificando su jubilación.

Por último, otro de los factores determinantes será el monto del cual disponga la persona que desea empezar a invertir, pues la elección adecuada será muy diferente para quien cuenta con un monto relativamente elevado de forma inmediata, que para aquel que dispone de pequeños montos periódicos y apunta a un beneficio a largo plazo.