Lo que muchos expertos y hasta organismos internacionales predecían sobre el buen año que sería este 2022, debido al repunte de la actividad de varios sectores económicos desde mediados del 2021, al parecer quedarían en premisas, pues primero impactó la sequía extrema que azotó al país desde mediados de noviembre anterior, para arrancar ahora el primer trimestre en un contexto global de guerra que, indefectiblemente, impacta a nivel local.
Al respecto, el analista económico, Amílcar Ferreira, brindó algunas apreciaciones sobre cómo podría avanzar el escenario local teniendo en cuenta que en la economía mundial, todo está conectado entre sí, y Paraguay, como productor y exportador de alimentos, no está exento.
“Este podría ser un semestre complicado, hay muchos factores que golpean muy duro a la población. Solo el año pasado cerramos con un crecimiento del 5%, eso significa la caída del PIB (producto interno bruto) del sector agrícola con un negativo del 1,7%, y temo que va a ser un año negro”, expresó Ferreira a la 650 AM.
Con relación a la contienda entre los países europeos, Rusia y Ucrania, que comparten fronteras y se disputan territorio, lo cual hizo estallar los combates, mencionó que la tendencia alcista en el incremento del precio del petróleo se acentuó, lo cual será trasladado en el ámbito local.
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Afecta a ingresos de divisas
Al tiempo de señalar que el día que se dieron las invasiones, Paraguay ya tuvo que suspender sus embarcaciones con destino a Rusia, pues hay que recordar que es el segundo mayor comprador de la carne local, así como también es proveedor de algunos insumos como fertilizantes. Por lo que el conflicto bélico de estos países se convertirá en un agravante para el desarrollo de las actividades locales con un fuerte impacto, pues también las grandes potencias están aplicando sanciones muy duras a la nación rusa.
A esto hay que sumarle el componente de la inflación, debido al encarecimiento de los principales productos de la canasta básica, explicado por los acontecimientos, primero de fenómenos naturales que afectó la cadena de suministro, y ahora con el incremento de materias primas como el petróleo que incide en el precio del combustible y el gas, llegando directamente a los consumidores. En ese sentido, el especialista se remontó a la inflación del mes de enero, cuando fue de 7,8%, y advirtió que se atraviesa un proceso inflacionario, y que la suba del combustible, “no da tregua”, acotó.