Por Armando Giménez Larrosa
Periodista
armando.gimenez@gruponacion.com.py
Paraguay cerró el primer mes del 2022 con un aumento generalizado de precios del 1,5%, pero del 7,9% comparado con enero del 2021, una cifra bastante alta que sobrepasa todos los límites esperados. Sin embargo, la inflación en los alimentos fue del 14,1%, y eso si afecta directamente en el bolsillo del consumidor final, con consecuencias sociales.
La tendencia de la inflación continúa, y según los expertos, se debe a factores externos e internos, o multifactores, relacionados con el precio internacional del crudo, la sequía, entre otros.
La Nación accedió a charlar con expertos en la materia, de manera a explicar el excesivo aumento de precios que se está registrando en lo que va del mes de febrero, principalmente en los rubros relacionados a la canasta de consumo familiar.
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El economista y expresidente del Banco Central del Paraguay (BCP), Carlos Fernández Valdovinos, explicó que probablemente la presión tiene su origen en la suba del precio de alimentos, inicialmente en la suba del precio del petróleo. Sin embargo, mirando los índices de alimentes se observan que está estable, incluso por debajo de lo que fue junio del 2020.
“Con esto se observa que los alimentos ya no es el factor principal, sí el petróleo que sigue subiendo. La sequía también es otro fenómeno exógeno que afecta fuerte a la producción, como en las hortalizas y otros alimentos”, acotó.
En términos de factores domésticos, detalló que se deben a las políticas del Estado, como la política fiscal, que todavía sigue siendo expansiva. “Hay todavía un déficit elevado, que ayuda a impulsar la demanda, por lo tanto se traduce en un incremento de precio, finalmente”, dijo.
Otro punto es la tasa de interés de la política monetaria, agregó, que si bien sigue subiendo, desaceleró en la última reunión (enero 2022) del BCP, pero no alcanzó los niveles de la prepandemia. “Eso quiere decir que todavía sigue siendo expansiva la política monetaria. No podemos obviar el rol que desempeñan las políticas”, mencionó.
Imposible de reemplazar
Por su parte, el economista José Luis Rodríguez Tornaco, en comunicación con el programa “A Punto” por canal GEN y Universo 970 AM, mencionó que tras la inflación de alimentos del 14%, según el BCP, y del 34% en los combustibles, el elemento adicional es el análisis cualitativo, y es preocupante. “Esto porque estamos hablando de alimentos, combustible y movilidad, época de inicio escolar, compras de útiles, son elementos que no pueden ser reemplazables en el día a día de la gente”, dijo.
En ese sentido, explicó que, en el caso de que hay una disparada de precios en el sector de recreación, una familia, en lugar de ir al cine dos veces al mes, irá solo una vez o dejará de ir. Sin embargo, en relación al combustible, alimentación o movilidad, es imposible de reemplazar.
“Esto se da también en un escenario en el cual pareciera que el Gobierno entra en un proceso de autoflagelamiento que le alcance también a la gente. Me refiero a estos anuncios consecutivos que el Gobierno viene haciendo, respecto a que los incrementos seguirán. Entonces yo escucho a referentes del Ministerio de Industria decir que vendrá otro aumento del G. 500 en los combustibles, y que están peleando para que no sea de G. 700″, manifestó.
Expectativas, importante en economía
En ese marco, Rodríguez Tornaco aclaró que cuando esto suele suceder, los agentes que ya saben que se va a remarcar el precio del combustible, y que eso aumentará el costo de logística, proceden a remarcar también el precio de sus productos, conforme a estas expectativas, que son muy importantes en economía.
“Si bien es cierto que se analiza las presiones por el contexto mundial, entendiendo la crisis europea, entre Rusia y Ucrania, pueda afectar el mercado energético, es importante. Pero si el propio Gobierno empieza acicatear esta percepción, con anuncios referentes totalmente innecesarios, porque el mercado de combustible en Paraguay está liberado, no necesita de anuncios del Gobierno para disminuir. Eso me da la sensación de que hay gente que no entiende cómo operan las expectativas racionales en el marcaje del precio, y tira combustible al fuego”, enfatizó.
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Por su parte, el analista económico Amilcar Ferreira insistió en que el petróleo mueve todos los sectores productivos de la sociedad, de ahí su importancia y principal protagonismo en el aumento de todo lo que tiene que ver con la canasta básica. “Para este primer semestre del 2022, ya no se podrá detener las subas, se debe estar expectante a lo que se viene a partir de la segunda mitad de este año. Recién ahí podría haber mejoras o estabilidad”, comentó.
Metas de inflación
Miguel Mora, economista del BCP, señaló también que esperan para el segundo semestre una mayor convergencia de la inflación hacia lo que es la meta de inflación, que es del 4%, más menos 2% como rango. Sobre ese punto, el analista económico dijo que probablemente este año se cierre hacia el techo del rango, es decir, en niveles del 6%.
“Ahora inclusive estamos por arriba de esa banda (7,9% enero), por lo que hay que prepararse para un año donde la inflación seguirá alta. Lo importante es cortar con la tendencia alcista”, dijo.
Humberto Colmán, miembro del directorio del BCP, dijo en un análisis extenso sobre la trayectoria de la inflación, que la situación actual de inflación por encima del techo de la banda es un nuevo test para las políticas macroeconómicas. “Dada la historia reciente, así como la vocación técnica y ausencia de influencias políticas, hay confianza que esto será otro test superado con éxito en el continúo camino de reducción de la tendencia inflacionaria de las últimas décadas”, agregó.