En el segundo mes del 2022, sin haber llegado a un consenso previo, el directorio de la Itaipú Binacional debe reunirse para negociar el precio de la tarifa que regirá en el 2022. El consejo administrativo tendrá su reunión ordinaria el próximo 23 de febrero.

Itaipú se convirtió en causa nacional para el país debido al sinfín de oportunidades que se podría generar en el caso de que se acepte la propuesta bien posicionada de nuestro país. Como es sabido, Paraguay busca que se mantenga el precio de la tarifa de US$ 22,60 kW/mes para poder llegar con mucha comodidad al acuerdo del Tratado de Itaipú en su Anexo C, que se debe realizar el próximo agosto del 2023 tras 50 años.

Varios técnicos aseguran que la propuesta de Paraguay no puede ser aceptada de buenas a primeras debido a que no figura en el Tratado, por lo que las autoridades de nuestro país insisten en las negociaciones con respecto a la tarifa para que se pueda llegar a la idea de mantener los precios.

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Atendiendo ese punto, la propuesta es definir lo antes posible esta tarifa para que se den las condiciones de que Paraguay pueda mantener los precios a fin de recibir un flujo de dinero con la caída de las deudas en el Brasil.

En cuanto al país vecino y segundo tratante de este acuerdo, la propuesta se centra en la disminución de los precios debido a que ese punto figura en el Anexo C. Específicamente, la posición brasileña se centra en disminuir la tarifa a US$ 18,95 kW/mes bajo el argumento de que se honró gran parte de la deuda por la construcción de la usina y el costo de producción será menor.

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En el 2023 se cumplen 50 años del tratado de Itaipú, por lo que autoridades de Brasil y Paraguay, con las diferentes posturas políticas, deben negociar el Anexo C que tiene que ver con las bases financieras de la binacional. Brasil busca aprovechar la caída en las deudas de unos US$ 600 millones para aplicar su política y provisoriamente disminuir el precio de la electricidad.

Por otra parte, nuestro país busca mantener los costos aprovechando la misma situación, pero para lograr una inyección en la economía de unos US$ 1.000 millones. Esto podría darse si las condiciones se dan para que Paraguay pueda seguir cobrando el mismo precio debido a que significaría un gran paso orientado al crecimiento en cuanto a infraestructuras.

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