Los distintos sectores productivos, comerciales e industriales vienen denunciando los hechos de contrabando que permean en el país, provenientes principalmente desde la Argentina, que con su moneda actual resulta interesante para los comerciantes informales proveerse de este vecino país. Pero lo que no se tiene en cuenta, en especial cuando se trata del rubro alimenticio, son las condiciones insalubres en las que llegan y se distribuyen a nivel nacional para su consumo directo.
Prueba de ello es la reciente incautación, durante este pasado miércoles por la tarde, de unas 2,5 toneladas de queso que ingresaron presumiblemente bajo este esquema informal desde el territorio argentino, pues los productos no contaban con ningún registro sanitario ni documentación alguna por lo que no podrían ingresar formalmente al mercado local.
El hecho se registró en el barrio San Salvador de la ciudad de Limpio, en una vivienda allanada donde se evidenció que los quesos de distintas marcas y de procedencia argentina estaban refrigerados insalubremente, específicamente unos 2.468 kilogramos, por valor de G. 120 millones, según datos de la Fiscalía.
Al respecto, el agente fiscal Miguel Quintana mencionó a la 1080 AM que el procedimiento se pudo realizar gracias a que los vecinos de la casa, que estaba vacía, facilitaron los datos para entrar en contacto con el dueño, quien está con complicaciones del COVID-19, y de esa forma estarían llegando hasta la persona que resguardó el producto en dicho lugar.
Atenta contra la salud
Desde la Cámara Paraguaya de Industrias Lácteas (Capainlac), ya habían denunciado este tipo de hechos en reiteradas ocasiones, que además de provocar una menor demanda del consumo de productos nacionales, perjudicando a la cadena en especial a los pequeños productores y tamberos, atenta contra la salud humana por las condiciones en que se distribuyen posteriormente, pues se pierde la cadena de frío para la comercialización.
Todo lo incautado quedó bajo disposición de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), y fue trasladado en el depósito de Mariano Roque Alonso para su guarda y custodia, conforme indicaron tras el procedimiento encarado por la Unidad Interinstitucional de Prevención y Persecución del Contrabando (UIC).
El procedimiento se efectuó en coordinación con el Ministerio Público, la Dirección Contra Hechos Punibles, Económicos y Financieros de la Policía Nacional, la Armada, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) y el Ministerio de Industria y Comercio (MIC).