Ante el dilema que podría generar el uso excesivo de la energía eléctrica para la movilidad de los vehículos, que en algunos países europeos está haciendo colapsar sus redes de distribución eléctrica; el experto paraguayo en energía, Victorio Oxilia, remarcó que la movilidad eléctrica es una de las soluciones para los problemas de transporte en el país, pero que no es la única solución. Más bien, considera como solución la diversificación, es decir, usar electricidad y biocombustibles para ir substituyendo gradualmente los hidrocarburos que hoy son utilizados.
Este martes, el portal web Infobae.com realizó una publicación en la que señala que expertos han coincidido en que el próximo problema global será la falta de electricidad; y trajo a colación la situación que ya están comenzando a padecer países como Noruega y Países Bajos que han sufrido colapsos en sus redes de distribución de electricidad por uso de los vehículos eléctricos.
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En comunicación con el diario La Nación/Nación Media, Oxilia explicó que la crisis eléctrica global, de la que se habla, considera que no será tan global, indicó que se podría dar en algunos países. “El sector energético está enfrentando un dilema importante a nivel de generación: la electricidad se produce fundamentalmente con base en combustibles fósiles en el mundo (no es así en América Latina, menos aún en Paraguay). Es difícil realizar la transición hacia fuentes totalmente renovables, requiere de mucho dinero”, señaló.
Mencionó que Europa estaba realizando una transición gradual y había escogido el gas natural como fuente energética de transición, pero el gas natural provenía en gran parte de Rusia; que a raíz de la crisis en Ucrania puso en jaque esa vía de usar el gas natural en centrales térmicas, como fuente de transición hacia las renovables.
“Es necesario buscar alternativas al gas natural, tales como energía solar, energía eólica, incluso nuclear (para algunos casos). Todo ello requiere de dinero, de financiamiento. Alguien debe pagar esa cuenta. Ahora, si seguimos creciendo, a nivel mundial, en el consumo de electricidad y no resolvermos cómo producirla y, después, cómo transportarla hasta el usuario, tendremos problemas; o bien, se asume sobrecostos para incentivar inversiones”, acotó.
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Por otra parte, indicó que el transporte es un sector que consume la mayor parte de la energía en Paraguay, alrededor de 40 %, muy por encima del consumo residencial y de la industria. Indicó que en todo el mundo, más aún en los más ricos, el transporte compite con el sector industrial en términos de ser el mayor consumidor de energía final.
“El transporte en la actualidad se realiza con base en motores de combustión interna que consume, en casi su totalidad combustibles fósiles. La electricidad no debe superar, a nivel mundial, con una participación del 25 % del total de energía que se usa en el mundo, principalmente en industrias, residencias y comercios; el transporte aún ocupa un lugar marginal en el uso de la electricidad”, comentó.
Por tanto, el experto no considera viable, en el corto plazo, realizar un cambio radical de la tecnología de los motores de combustión interna. Indicó que se necesitan inversiones privadas (que deciden los consumidores) para cambiar su “confiable” vehículo a motor de combustión interna (MCI) por el vehículo eléctrico. Además, son necesarias inversiones muy importantes en instalaciones de carga o de abastecimiento continuo de electricidad, así como en la infraestructura de las redes.
“Estas inversiones llevan tiempo; mucho tiempo. Además, hace más de 32 años que se combate contra el cambio climático, pero los combustibles fósiles (petróleo, carbón mineral y gas natural) continúan representando más de las tres cuartas partes de todo lo que se consume en energía en el mundo. Lo que quiero resaltar es la gran dificultad financiera que representa cambiar nuestro transporte con base en los MCI por los vehículos eléctricos y la infraestructura necesaria para soportar ese cambio de paradigma”, acotó.
Asimismo, apuntó que una movilidad sostenible y diversificada, más aún en un país como el nuestro que, además, importa todos los derivados de petróleo para el sector transporte, cuando existe electricidad disponible y biocombustibles líquidos con materia prima nacional.
“Tenemos capacidad para producir y utilizar, sin ningún cambio en nuestra flota de automotores, biocombustibles líquidos substitutos de los derivados de petróleo (gasolinas y diesel, en particular). Producimos bioetanol y biodiesel; y hay capacidad de producción disponible aún. Además, hay posibilidades de producir diésel renovable con insumos nacionales y tiene la ventaja de substituir 100 % al diésel (claro, que todavía es caro)”, mencionó.
Finalmente indicó que en Paraguay no tendríamos problemas de generación en el corto ni mediano plazos. “En 8 a 10 años sí, en caso de no realizar las inversiones consignadas en los planes y que apuntan a la diversificación de abastecimiento de energía (se incluye un ambicioso plan de expansión del uso de la energía solar). Nuestro problema actual está en la transmisión y distribución en algunas áreas del país”, concluyó.
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