Las previsiones iniciales de las campañas agrícolas empezaron a revertirse en proyecciones desalentadoras debido a la sequía intensa que se viene experimentando en estos últimos dos meses, lo que resulta en la que sería una de las peores cosechas en la historia de Paraguay, por debajo de los 1.300 kilogramos por hectárea registrados en 2012, la más baja de los últimos 25 años.
Pero, para entender por qué se habla de que la actual campaña agrícola 2021/2022 será la peor, La Nación conversó con el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, quien realizó una radiografía de más de dos décadas para entender el contexto.
“Hasta fines de noviembre veníamos bien con una expectativa de cosecha normal, luego en diciembre empezó el déficit de lluvia que hasta ahora no se normalizó. Y justo en el momento de mayor exigencia, cuando florecen las hojas, es que faltó humedad y eso complicó todo”, expresó Cristaldo.
Es así que la falta de lluvias se registró en el peor momento, cuando más se precisaba de tierra húmeda para llegar a los niveles de cosecha previstos inicialmente para la soja, que era sacar 2.850 kilos por hectárea (kg/Há), lo cual ya percibieron desde el 21 de diciembre del 2021 que sería difícil llegar a los 2.000 kg/Há.
Estadísticas
Fue entonces cuando los productores empezaron a recopilar datos, con estadísticas de los últimos 25 años en cuanto a las peores cosechas de soja registradas a causa de la sequía, e informaron esto al Equipo Económico Nacional (EEN) en su momento, ya con miras a evaluar medidas de contención, pues se venía un año agrícola perdido, explicó el titular de la UGP.
Con relación a tales estadísticas, Cristaldo relató que en la cuarta peor cosecha se logró recoger unos 2.000 kg/Há, la tercera peor fue de 1.635 kg/Há, la segunda peor de 1.445 kg/Há y la última peor registrada fue en el 2012, antes de la campaña actual, cuando se logró recoger 1.367 kg/Há.
Y teniendo en cuenta que las pocas precipitaciones ocasionadas recientemente ya no ayudaron prácticamente, pues los tiempos ya no ayudaron, esta campaña 21/22 se situaría como la peor cosecha porque ya no se llegará ni a los 1.300 kg/Há debido a los reportes de parcelas que ya no cosecharán.
En gran parte ya tienen como perdido en un 70-80%, o 30% en el mejor de los casos, dependiendo de la zona, explicó. En ese sentido, recordó que la última mejor campaña agrícola fue la del 2018, cuando se llegó a cosechar en promedio 3.050 kg/Há, llegando algunos incluso a los 4.000 kg/Há y otros menos, dijo.
Desafíos del próximo 2023
Es así que ante esta campaña agrícola perdida solo resta generar condiciones para volver a sembrar en la siguiente en la que se debe apuntar a marcar la recuperación para el próximo año porque ahora a corto plazo ya no hay solución.
Instó a concentrar los esfuerzos para que en setiembre se empiece la nueva siembra, para lo cual ahora es el momento de generar condiciones al sector y evitar contaminar el proceso con otros intereses, haciendo alusión a que el próximo año habrá elecciones y cambio de gobierno, y más bien apoyar en especial a los pequeños productores que fueron los más impactados tras muchos esfuerzos de incorporarse a la cadena productiva.
Por lo tanto, ya las medidas de contención deben centrarse en asistir a productores, con la refinanciación de deudas, de modo de apuntar al 2023 y comenzar un proceso de recuperación agrícola que por los motivos citados tardaría unos dos a tres años, y es muy probable que recién para el 2025 se pueda lograr si se dan las condiciones.