Si bien el 2021 fue mejor que el 2020 marcado históricamente por la pandemia, muchos sectores experimentaron aún las secuelas de la misma que persiste, pues al inicio de año apuntaba a que todo iba bien y las empresas comenzaron a levantarse, pero entre marzo y julio, las ventas se fueron reduciendo.
Pero luego con la llegada de las vacunas, al tiempo de que se fueron levantando varias restricciones de eventos, el contexto volvió a mejorar y para bien de varias actividades económicas, como lo fue también para la industria textil y de confecciones.
Para conocer más a fondo sobre cómo sortearon este año que culmina, La Nación conversó con la gerente general de la Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP), Adriana Chaparro, quien calificó al 2021 como un año de readaptación y reacomodación.
“Continuamos con la incertidumbre de la pandemia, si bien es menor el efecto que el año pasado, las empresas aún están repensando sus negocios, adaptando nuevos modelos y nuevas estrategias”, expresó.
Al efecto, indicó que como asociación continuaron realizando proyectos y capacitaciones que potenciaron a los emprendedores, industriales y creativos, con el objetivo de tener una industria más competitiva y sostenible.
Acciones 2021
Apostaron al ciclo de E-learning sobre procesos técnicos con Olga Fuenmayor de España, experta en desarrollo de productos; el webinar sobre Moda Sostenible Global con la uruguaya Eva Medalla; y desde Brasil Lucius Vilar con el curso de Marketing de Moda Sostenible, de modo a que las marcas puedan comunicar sus valores con respecto a la sostenibilidad.
Otro contexto ahondado fue el combate contra la informalidad que afecta a tantos sectores y a los trabajos de las personas, para lo cual realizaron acciones como establecer un Convenio Interinstitucional con la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), con la temática de que la AICP reciba denuncias de empresas sin factura legal y, posteriormente serán derivadas a la administración tributaria.
También apostaron a una mesa de trabajo interinstitucional liderada por el Ministerio de Industria y Comercio, con el fin de frenar las prácticas que afectan a las industrias y pymes de varios sectores, e incluye a representantes de la Coordinación Operativa de Investigación de Aduanas (COIA-DNA) y la Dirección contra Hechos Punibles y Delitos Económicos de la Policía Nacional.
Para poder recepcionar las denuncias anónimas de informalidad en el rubro textil, crearon un portal online, que luego serán derivadas a las instituciones pertinentes y la página es: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSf6xdkZWlPrtC74E4Vg8JNHbT5XKm0FaXcFMqKW7dloM8ACfQ/viewform.
El lanzamiento de la campaña Vestí Paraguay fue otra acción, qué une a marcas nacionales para potenciar el ingenio y creatividad de profesionales paraguayos, con el fin de fomentar el orgullo por la identidad nacional, apoyar la mano de obra local y el trabajo digno de miles de personas.
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Asimismo, continuaron con las acciones del Sello de Moda sostenible y el lanzamiento de un catálogo de moda sostenible qué resalta las acciones concretas que realizan más de 50 marcas nacionales, a más de incentivar a que se conozca la historia detrás de cada prenda, invitando a optar por el consumo más responsable. Pero no se puede dejar de mencionar que el contrabando ataca a todas las aristas de la economía paraguaya, pues implica una gran pérdida para el sector textil también y toda la industria nacional.
“La venta legal no puede competir contra la informalidad. Las mercaderías ingresan al país sin control y sin el pago de tasas correspondientes, lo que hace que sean comercializadas a un precio mucho menor, esto afecta en especial a las pequeñas y medianas empresas”, sentenció Chaparro.
Por otro lado, en cuanto a las exportaciones del sector, la gerente hizo un recuento; el primer mes de enero hubo un descenso comparado con el 2020 con una variación de -21,8%. En abril con una variación del 86,2%, en los meses de junio, julio y agosto las variaciones con el año anterior fueron negativas.
Y ya para los últimos tres meses (setiembre, octubre y noviembre) la exportación fue repuntando, alcanzando una variación de 40,9% en noviembre frente al 2020. Y en base a estos números, desde la AICP estiman culminar el año con una variación de -2% aproximadamente, según subrayó Chaparro.
Perspectivas 2022
Ya para el 2022 esperan que se vaya estabilizando, más allá de que las proyecciones indican que aún no será así, ya que se observa que aún hay picos de contagio del virus del COVID-19 en varios países. “La diferencia con el 2020 es que las empresas ya se fueron adaptando a estos cambios y están más preparadas para afrontar este contexto de pandemia”, explicó la vocera del gremio.
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Lo que se destaca es que se viene dando una tendencia del consumidor, de apreciar más lo realizado en su país, por lo que consideran que el 2022 será un buen año para la moda nacional, más aún con la campaña Vestí Paraguay para poner más de moda lo hecho en Paraguay. En lo que refiere a la exportación, este año aumentaron los envíos de prendas de vestir, consideran que dicha inclinación continuará, pues se cuenta actualmente con nuevos jugadores en la industria maquiladora.