Por Armando Giménez Larrosa
La semana pasada, el gobierno de Argentina impuso una nueva medida oficial que prohíbe la compra financiada de pasajes y servicios en el exterior a través de tarjetas de crédito. Esto generó un “revuelo” no solo en el vecino país, sino también en Paraguay y en otros países de la región, principalmente porque las acciones que toma Argentina podrían ir en contra del bloque comercial regional, Mercosur.
Según datos recogidos por medios argentinos, la medida, anunciada el jueves en una comunicación a las entidades financieras y no financieras emisoras de tarjetas de crédito, fue publicada en la página del banco central argentino.
“La decisión, adoptada cuando asoma el periodo de vacaciones del verano austral, se suma a las restricciones de compras de dólares, en momentos en que Buenos Aires busca renegociar su deuda de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para extender plazos de pagos y evitar un default ante vencimientos de casi 20.000 millones de dólares anuales en 2022 y 2023″, explicó el ministro de Desarrollo de Argentina, Matías Kulfas, en un artículo de eluniverso.com.
Ante esta situación, el economista, exmiembro del directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), Carlos Carvallo, comentó a La Nación que, ante estas medidas, se debe empezar a instalar debates y discusiones dentro del Mercosur (Mercado Común del Sur). “Paraguay debe tomar esta iniciativa, así como Uruguay tomó en su momento la iniciativa de flexibilizar el bloque, con el tema de poder firmar acuerdos comerciales por fuera del mismo”, dijo.
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En ese marco, Carvallo enfatizó que Paraguay puede liderar también un proceso de discusión sobre facilitación de comercio en el Mercosur, y sobre el efecto que tienen las medidas distorsivas de la política económica argentina sobre el comercio regional. “Me parece que sería muy oportuno que se pueda elevar una voz”, afirmó.
El economista mencionó sobre las medidas tomadas por Argentina en los últimos tiempos, de alguna forma obligada por la crisis económica y la escasez de divisas, que van en contra del espíritu de facilitación de comercio, estipulado dentro del Mercosur.
“Eso es claro, medidas que limitan la compra de pasajes, distorsiones cambiarias, entre otras, no son para dañar a un país, básicamente, sino es como consecuencia de su crisis. Pero sí afectan al comercio regional. Son medidas no arancelarias que limitan el comercio entre los países, y sin duda afecta a Paraguay, así como a los demás socios”, indicó.
Instancias a recurrir
El exfuncionario del BCP explicó que se pueden recurrir a instancias, previstas en el tratado de Asunción, colocando en primer lugar en la agenda de discusión del Mercosur. Si es que el tema no avanza, hay otra instancia superior a la cual recurrir, menor regional y más multilateral, y tiene que ver con la Organización Mundial del Comercio (OMC). “Aquí recurren los países cuando sienten que se toman medidas que afectan el comercio internacional y están fuera del acuerdo”, dijo.
Por su parte, el economista y exministro de Hacienda, César Barreto, explicó que es hora de que el Gobierno de Paraguay empiece a reclamar sobre estas medias que generan muchas distorsiones, en los foros internacionales que correspondan.
“Está el FMI que es el organismo multilateral encargado de velar para evitar estas cosas. Argentina es un país con una economía grande y cualquier decisión que toma afecta a economías como la nuestra. Cualquier medida que toma, para nosotros se genera un impacto desproporcionadamente más grande que para cualquier otro país”, agregó.
Distorsiones
Estas medidas generan diferencias y distorsiones que no son naturales, ya que son creadas por una política pública. “Deberíamos reclamar como país, y que el FMI, en la negociación que tendrá con Argentina, que influencie para que normalice sus políticas”, indicó.
El economista agregó que no es problema que en una situación normal, Argentina tenga mayor competitividad que Paraguay, pero estas cuestiones artificiales, como un impuesto o un precio fijado por el dólar, no son aceptables. “Puede ser aceptable si son medidas transitorias, que duran entre 2 y 3 meses, pero no medidas que duran 2 a 5 años”, manifestó.
Barreto también enfatizó que todo esto va en contra del Mercosur, no solo del espíritu comercial, sino en lo que está pautado dentro del acuerdo de Asunción. “Tenemos que presionar entre todos para que Argentina normalice sus políticas”, reiteró.
Economía argentina
La economía argentina emerge de la recesión en la que se hundió en el 2018, con una expectativa de crecimiento de 8,3% para este año, tras un derrumbe de 9,9% en el 2020 bajo el impacto de la pandemia del coronavirus, señala eluniverso.com. En lo que va del año, la inflación marca 41,8% y alcanza 52,1% a 12 meses, una de las tasas más altas del mundo.