Un grupo de investigadores de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) destaca la conveniencia de contar con diferentes estrategias en las negociaciones del Anexo C del tratado de Itaipú. Hablan de contar con una para la fase previa a la revisión, que se aborda entre este 2021 y el 2023, y con otra para la revisión propia que se debe negociar desde agosto del 2023.

Se trata del proyecto denominado “Análisis de escenarios de negociación aplicando métodos de decisión multicriterio y teoría de juegos: revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú”, que cuenta con financiación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

El objetivo general del proyecto es contribuir a la discusión y preparación para el proceso de revisión de las condiciones financieras, y de prestación de los servicios de la central hidroeléctrica Itaipú Binacional, con base en estudios y análisis que apliquen métodos científicos para la toma de decisiones.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Apuntar al consumo interno

El proyecto fue expuesto por el experto y PhD en energética, el profesor Victorio Oxilia, a través de un posteo en el que explica en primer lugar que se realizó con base en la aplicación de teoría de juegos. Es decir, los investigadores afirman que las estrategias convenientes en la fase previa serían el Acuerdo Puente propuesto por la sociedad civil y en segundo lugar comprometer bloques de energía para el consumo interno.

Señala que el Acuerdo Puente permitiría recursos adicionales para el Paraguay, entre unos US$ 300 millones y US$ 700 millones para el periodo 2022 y 2023, que se deberían invertir en infraestructura de la Ande y en incentivar el consumo interno de electricidad.

Lea también: Plan B tarifa de Itaipú: si Brasil rechaza mantenerla, la alternativa es venderle, dice titular de la Ande

Haciendo bien las cosas en la fase previa, Paraguay tendría mejores condiciones para negociar la revisión del Anexo C en agosto del 2023, con una mejor infraestructura eléctrica y más posibilidades de consumir internamente su energía. Foto: Archivo.

De esta manera, la mejora en infraestructura eléctrica garantizará seguridad más confiabilidad, lo cual facilitará y permitirá incrementar el consumo interno de electricidad, lo que a su vez favorecerá a Paraguay en la negociación, pues reducirá la “aversión al riesgo” de colocar su excedente de energía, explica.

Es decir, haciendo bien las cosas en la fase previa, Paraguay tendría mejores condiciones para negociar la revisión del Anexo C desde agosto del 2023, con una mejor infraestructura eléctrica y más posibilidades de consumir internamente su energía.

Puede interesarle: Bajo nivel de vacunación interfiere en la reactivación económica, señalan

Asimismo, los recursos adicionales del Acuerdo Puente constituirían un fondo de uso plurianual en Paraguay; una parte se usaría para apoyar la transición energética en la industria nacional hacia la e-producción, así como en el transporte para la e-movilidad.

Es así que la fase previa a la revisión del Anexo C, con relación al Acuerdo Puente propuesto por la sociedad civil y que el gobierno decidió seguir recientemente, es de suma importancia para la próxima fase.

Para conocer más acerca de la investigación, puede ingresar a: https://datos.conacyt.gov.py/proyectos/nid/2668. El trabajo cuenta con la colaboración de académicos del exterior.

Dejanos tu comentario