La bajante histórica del río experimentada en los últimos dos años y la falta de dragado que permita una mejor circulación fluvial hicieron que las embarcaciones sufran daños constantes en sus infraestructuras, lo que hace que los astilleros cuenten con una alta demanda de trabajo en cuanto a reparación y mantenimiento.
En una entrevista realizada al medio PRO, Jorge de la Guardia, representante del sector de astilleros, expuso el escenario actual al que se enfrentan. Resaltó la alta demanda laboral que reciben en el rubro pero que a su vez representa una gran preocupación para los transportistas la falta de dragado que permita un mayor flujo de tránsito fluvial.
“Aunque nos encontramos saturados de trabajo, el sector está experimentando una crisis. La bajante causa que los transportistas que son nuestros clientes estén pasando mal. Los remolcadores están sufriendo mayores daños que en otras épocas. Podemos observar daños en las palas de timones y hélices, también las tomas de agua se obstruyen por el barro”, explicó el especialista en el rubro.
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Impacto en el sobrecosto
El entrevistado recalcó la importancia de realizar un buen dragado y se solidarizó con el sector de armadores. También contextualizó el escenario que se padece actualmente sobre el tráfico fluvial y cómo esto impacta de gran manera al comercio del país.
“Casi el 90% de lo que ingresa al país proviene por vía acuática. El hecho de que el río se encuentre con una bajante tan pronunciada trae como consecuencia que los cargadores tengan que estar en constante reparación y esto desemboca en un retraso en el flujo de transporte. Esto se traduce en sobrecostos importantes de hasta un 70% más”, relató.
Esa situación repercute en los productos y es el cliente final el que nota el gran impacto en la diferencia de precios, explicó. El especialista puso como ejemplo lo ocurrido con el flete que realizan las barcazas de combustibles y cómo esto terminó siendo uno de los factores que colaboraron en el incremento de precios experimentado durante el presente año.
“La bajante extrema del río y la falta del dragado hacen que el sobrecosto que experimentan en el sector de transporte fluvial termine golpeando al cliente final en los precios. Lo mismo ocurre en el ámbito de producción de granos. Los productores perciben menos réditos por el costo de la logística de transporte”, explicó.
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Para finalizar, sostuvo que como país es mucho más factible y razonable invertir en la realización de un buen dragado a un precio razonable en lugar de pagar el sobrecosto que actualmente se tiene que afrontar. Esto ayudará a paliar la gran bajante del río y la necesidad de lluvia, permitiendo un mejor flujo de circulación fluvial en el tránsito de la zona de Asunción.