El contrabando sigue afianzando su estructura dentro del territorio nacional, generando pérdidas a diferentes rubros de producción y empresas de distintos sectores. Las autoridades siguen en una ardua lucha buscando paliar esta grave problemática que se encuentra instaurada y se ve cada vez más fortalecida. Es por esta razón que las industrias buscan distintos medios para hacer frente a este escenario.
Desde la Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos (Capainlac) decidieron realizar un ajuste de precios en sus productos con el objetivo de poder competir con el creciente contrabando que impacta de manera negativa dentro del sector comercial de lácteos. Al respecto, el presidente de la cámara, Erno Becker, en una entrevista brindada al medio Pro, señaló las medidas que debieron tomar como gremio en la búsqueda de superar la difícil situación comercial que se atraviesa.
Expresó que la cultura del contrabando está muy arraigada en el país, generando cuantiosas pérdidas y que es una cultura mezquina y empobrecedora que roba puestos de trabajo a la gente y evita el desarrollo de las familias. “En más de una década hemos estado haciendo frente al contrabando, sacrificando precios. Principalmente esto afecta a la línea de los quesos, tuvimos que reajustar los precios. Los productos de contrabando no cuentan con registros sanitarios, ni garantías de inocuidad y salubridad. Esto representa un alto riesgo para la salud de los consumidores”, comentó.
El rubro de los quesos
Las queserías optaron por ser más competitivas y producir en mayor escala. Sin embargo, en este momento las industrias menores de este rubro son las más golpeadas. No logran colocar sus productos en el mercado y esto genera como consecuencia que los productores de menor envergadura queden a la deriva sin poder percibir ganancias en meses.
“No se puede competir de manera directa con los precios de productos de contrabando sin percibir grandes pérdidas. Un productor deberá vender su producción de leche a 2.000 guaraníes el litro cuando el precio de mercado es de 2.600. No se puede trabajar bajo estos parámetros a largo plazo. Esto puede echar abajo los precios de toda la industria y generar un impacto negativo de grandes proporciones”, explicó Becker.
Por otra parte, recalcó que el contrabando de queso posee su raíz en territorio argentino. La informalidad experimentada en ese país permite que evadiendo el IVA, se tiene un 22% de ventaja en el mercado. El que escapa de los pagos impositivos de Argentina trae productos a precios desleales. Son productos que se elaboran en negro y que ingresan de contrabando lo cual es un riesgo económico y de salubridad, indicó.
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Productores afectados
Son alrededor de 5.000 productores de lácteos que producen 200 litros de leche por persona, los que se ven perjudicados por la desleal e ilícita competencia de precios que ejerce el contrabando. Un total de 25.000 personas son empleadas dentro del sector, desde la producción del tambo, pasando por la industria hasta la distribución.
Sobre el consumo de leche en niños cursando la etapa escolar, mencionó que el año pasado a pesar de la suspensión de las clases de manera presencial, los chicos consumieron mayor cantidad de leche desde sus hogares. Esto permitió seguir proyecciones dentro de parámetros normales para el rubro.
“Este año ciertamente no estamos creciendo así como teníamos previsto. Lo más probable es que alcancemos números similares a los del año pasado. No obstante los productos fuera del queso están manteniendo su regularidad”, resaltó el titular de la Capainlac.
Para finalizar, realizó un pedido a los consumidores, que opten por productos nacionales y de esta manera tengan una solidaridad para con el rubro y las familias productoras. De esta manera podrán colaborar con la economía paraguaya y los pequeños productores que son los más vulnerables a sufrir pérdidas ante el actual escenario que se vive.