Muchas mipymes aumentaron su nivel de facturación en las últimas semanas con el mayor movimiento comercial que se registra en el mercado interno tras el duro momento vivido por la situación sanitaria, pero esto no es suficiente, ya que al igual que muchos sectores se ven golpeados por el contrabando y la falta de acciones concretas del Gobierno para acabar con la informalidad.
Así lo indicó el presidente de la Federación Paraguaya de Micro, Pequeña y Mediana Empresa, Luis Tavella, que puso en contexto la situación actual por la que atraviesan las mipymes. El gremialista señaló que la actividad informal o clandestina es uno de los principales obstáculos para que las mipymes puedan ser parte de la recuperación económica de la que se viene hablando en términos macroeconómicos.
“Demasiado por hacer, hay que tener mucha voluntad y fuerza política por hacer las tareas, y para eso tiene que estar no solo gobierno sino también el Poder Judicial, el Parlamento, los tres poderes tienen que trabajar juntos y mientras eso no suceda, las mipymes no estaremos respaldadas”, expresó para La Nación.
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Facturación mejoró
Tavella asintió que efectivamente, desde que disminuyeron los casos, la ciudadanía empezó a salir y a consumir más, con lo que algunos sectores más que otros están recuperando la facturación, que es algo muy distinto a la recuperación de las empresas.
“La realidad es que algunos sectores están vendiendo más, en un 70 u 80% más quizás, pero eso no significa que superamos todo, la consolidación económica va llevar como mínimo un año más. Es muy positivo que haya más facturación, pero no hay que olvidar que la mayoría de las empresas se sobreendeudó”, añadió.
A esto, hay que sumarle los servicios básicos que son obligaciones por cumplir, a más de los montos que fueron financiados por la crisis de la pandemia, que si bien es algo que todos sabían y se trata de un efecto pos pandemia. Pero el mayor perjuicio por el que atraviesa hoy el sector formal, el ingreso masivo del contrabando desde cuya óptica, la facturación tuvo una disminución importante, debido a que los precios de mercaderías de contrabando son entre 30 a 60% menos lo que los formales.
“En este mal radica nuestro principal inconveniente, en que el gobierno no está haciendo prácticamente nada para combatir, y se entiende que la frontera es enorme, pero no hace falta ir hasta ahí, en las calles o en los mercados está a simple vista y nadie hace nada para combatir”, lamentó Tavella.
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En ese sentido, Tavella mencionó que el contrabando de frontera estaría en términos de un 30%, pero que el 70% restando está a la vista con la venta de mercaderías en las veredas o en los colectivos, pero que tales mercaderías no son de esas personas sino pertenecen a los grandes contrabandistas que son los que tienen que caer realmente.
“Porqué cuando se decomisa o incauta las mercaderías no se embargan los vehículos, es al dueño a quien se debe imputar, nunca vemos que vayan presos porque acá el negocio del contrabando es de ambos lados de la vereda. También se debería empezar a incautar mercaderías de la calle”, agregó el referente. Por lo tanto, remarcó que hay una tarea importante que tiene que hacer el gobierno y que no está haciendo. Por un lado, el incentivo a la formalidad, y por otro lado, el combate serio a la informalidad.