El contexto actual no deja de ser complicado tanto en la percepción como en la realidad, pues la ciudadanía lo siente a flor de piel, en el bolsillo, desde el simple proceso de cargar combustible, pagar el pasaje o ir al supermercado, y que se percaten que ya no se puede comprar la misma cantidad que antes.

Para abordar a profundidad sobre lo que está pasado tanto en términos globales como locales, el economista y exministro de Industria y Comercio, José Luis Rodríguez Tornaco fue invitado hoy martes en el programa “A punto”, emitido por el canal GEN y Universo 970 AM.

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“Esta realidad que estamos viviendo está medida y reflejada en los indicadores del Banco Central del Paraguay (BCP), que estimaba a principios de este año llegar a un 4% de inflación, pero a la fecha ya estamos en 6,4% y es muy probable que para finales de este 2021 se eleve más”, advirtió.

Y este componente interno es en el que se puede incidir, pero se debe manejarlo con mucha prudencia, pues mucho se inyectó en el mercado local durante la pandemia y ahora se debe empezar a ser racional de vuelta, ya que no es viable “seguir tirando la casa por la ventana”, dijo.

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Esto, teniendo en cuenta que se está volviendo una tendencia “darle todo lo que piden los gremios porque en economía no hay almuerzo gratis, más tarde o más temprano alguien tendrá que pagar la cuenta”.

Si bien nadie puede negar que al gobierno actual le tocó un “baile complicado”, la pregunta es si eligió a la pareja ideal, pues hay un componente de gestión muy relevante, subrayó Rodríguez Tornaco.

Shocks externos

En cuanto a los componentes externos, que son dos, uno de ellos es el shock de ofertas que significa que se dejaron de producir cientos de bienes en el mundo por la pandemia, lo que implicó escasez en la producción, por lo que en el momento de ofertarlos hay menos cantidad.

Y el otro componente que se suma a esto es el nuevo shock de la logística global, pues la pandemia repercutió en el cierre de puertos muy importantes, con deterioro del empleo a más de la cotización alcista del petróleo, que incrementa el precio del combustible a nivel mundial, que a la vez se traslada al servicio de los fletes.

Es así que todo lo mencionado de ambos factores se traslada con incremento de costos en los productos. “El 40% de lo que consume una familia proviene del exterior, por lo tanto ese sobrecosto internacional ya se traslada de entrada”, remarcó el economista hoy en GEN.

Sobrecostos

Y son estos sobrecostos internacionales los que se trasladan inmediatamente a algunos bienes, mientras que el restante mayoritario o 60% de la producción local atraviesa un complicado momento a raíz del contrabando, por lo que se deja de vender, sumado al récord de exportación de carne paraguaya que al tener mucha salida, los precios internos se disparan al quedar poca oferta para el mercado doméstico, explicó.

“Cuando el precio de la carne suba, la gente busca con qué reemplazar, recurre al pollo o cerdo, estos se alimentan de forraje que es básicamente maíz que también se duplicó en el precio, además de los traslados que implican”, explicó. Por lo tanto, todo el combo explicado, al que llamó como una “tormenta perfecta”, se da en un escenario en el cual la economía paraguaya empieza recién a reactivarse, por lo que todo se complica aún más.

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