Desde esta mañana, Argentina realizó la reapertura oficial de su frontera con Paraguay con el paso del Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, que une las ciudades de Encarnación y Posadas. Esto fue luego del anuncio del gobierno del vecino país en la tarde de ayer lunes. La información fue confirmada por el canciller, Euclides Acevedo.
El paso se reabrió luego de un año y ocho meses con un cupo limitado de 890 personas por día. Pobladores y comerciantes pudieron circular después de las 9:30 de este martes 19 de octubre después de un breve acto, donde tanto las autoridades argentinas y paraguayas cumplieron en informar sobre la reapertura oficial del paso fronterizo.
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El viceministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Scappini, en entrevista para canal GEN repasó los requisitos para el ingreso a Posadas, que son vacunación completa, aplicada al menos 14 días antes; firmar una declaración jurada ante la Dirección de Migraciones de Argentina; PCR negativo hasta 72 horas antes. Scappini aclaró que no se solicitará la prueba de antígeno. “Decían que cuando ellos completen la vacunación al 50% de la población ya no pedirían y ya completaron, por lo tanto, no va a ser exigible”, especificó.
Por su parte, Héctor Careaga, encargado de frontera de Posadas, coordinador del Área de Control Integrado (ACI), explicó que las autoridades argentinas entendieron que era necesario habilitar el corredor seguro con Paraguay, así como se hizo con Brasil, por lo que a partir de la fecha queda oficialmente reabierta para los que quieran cruzar la frontera, al menos desde Argentina. “Estamos trabajando en conjunto con el coordinador de Paraguay, que es Alcides Brizuela, mi par de Encarnación”, dijo.
Careaga agregó que se va a exigir, para la entrada al vecino país, el PCR, el esquema de vacunación completo y el antígeno que se debe realizar en la Argentina, obligatoriamente para aquellos turistas y repatriados. “Para los ciudadanos de Encarnación, quienes quieran pasar a Posadas, obtendrán el antígeno de forma gratuita”, aclaró.
“Era algo que se esperaba”
Al ser consultado sobre las expectativas que se generaron por la reapertura del puente internacional, el funcionario argentino explicó que siempre, por la hermandad que existe entre ambos países, hubo ganas de reabrir el paso, ya que un gran porcentaje de las familias argentinas viene desde Paraguay. “Era algo que se esperaba, para el reencuentro fraternal de la familia, de los vecinos, así que las expectativas siempre estuvieron presentes, consultando constantemente cuándo se abría”, mencionó.
El Poder Ejecutivo argentino publicó el decreto por el cual se autoriza, a partir del martes 19 de octubre, la apertura del Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz con Paraguay y el paso fronterizo Bernardo de Irigoyen-Dionisio Cerqueira de la provincia de Misiones (Argentina) con Brasil como corredores seguros. En esta primera etapa, el cupo diario establecido de 890 personas es hasta el 31 de octubre, posterior a la fecha se modificaría la cantidad.
Luz al final del túnel
“Por fin, hoy se ve la luz al final del túnel con la apertura del puente San Roque González de Santa Cruz, que es una apertura por 12 o 13 días hasta el 1 de noviembre, en forma de prueba”, explicó el cónsul paraguayo en Posadas, Rolando Goiburú, en entrevista con la 730 AM.
Sostuvo que se trata de un cruce controlado de personas para ingresar a la República Argentina desde Paraguay, por sobre todo son familiares y vecinos, tanto de Itapúa como de Posadas, indicó.
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“Será un ingreso ordenado que se dará en el transcurso de la mañana, no así de manera masiva, se harán filas tanto de vehículos como de motos hasta completar los más de 800 ingresos diarios. Luego del 1 de noviembre será más fluido y habrá una mayor apertura”, aseguró.
Con la reapertura progresiva de la frontera con Argentina, se afianza el optimismo de acelerar el proceso para determinar el intercambio comercial que se verificó en la etapa prepandémica. En ese sentido, las tres localidades paraguayas lindantes con el vecino país sufrieron fuertes impactos en la economía de la población durante el periodo de cierre.