Muchas son las ciudades fronterizas con Argentina que fueron y siguen afectadas con el cierre del paso desde el inicio de la pandemia, y desde hace unas semanas que viven ansiosos y esperanzados con la noticia de la posible reapertura.
No obstante, más allá de los anuncios por parte de las autoridades argentinas y de los preparativos para la apertura, los pobladores fronterizos se sienten cada vez más impacientes ante la incertidumbre que aqueja a las ciudades colindantes.
El rubro del comercio fue uno de los más golpeados, pues dichas ciudades vivían prácticamente del turismo de compra proveniente del país vecino, por lo que desde hace unos tres meses que vienen preparándose ante una eventual reapertura.
“Esperemos que se abran, estamos ansiosos con mucha esperanza. Estamos desesperados, lo peor que puede ocurrir es jugar así con la gente”, lamentó Miguel Vázquez, presidente de la Cámara de Comercio de Alberdi, en contacto con la 650 AM.
Muchos “remataron todo”
Señaló que la situación de los alberdeños es crítica desde hace tiempo, y que solo quienes pudieron guardar algo de ahorro estuvieron sobreviviendo, mientras que otros tuvieron que rematar todo lo que tenían.
A pesar de ello, los que siguen, todos los días se levantan con el pensamiento positivo de que sí se abrirá la frontera, aunque también les preocupa las mercaderías sobrantes que ya están desfasadas y que tendrían que reponer todo para ofertar algo interesante una vez que se pueda cruzar.
“Que malo es jugar con la ansiedad y la necesidad de la gente que vive en frontera. No solo pasa por el tema comercio, sino para aquellos que tienen familiares en Argentina, y considero que es una falta de respeto hacia nuestro país”, remarcó Vázquez para la R 800 AM.
Criticó la gestión de las autoridades locales, que van y vienen a la Argentina, pero finalmente nada se decide, siendo que con Brasil y con Uruguay la reapertura se dio rápido, pero con Paraguay están “dilatando”.