El abogado Edward Arca, titular del Centro de Atención al Deudor (Cenade), instó a las personas endeudadas a no solicitar préstamos a bancos o financieras para pago de deudas debido a que la situación podría agravarse aún más. En cambio recomienda buscar asesoramiento para que los deudores puedan cumplir con sus obligaciones sin perder sus bienes.
“Quitar un préstamo para pagar otro préstamo es lo que nos mal enseñaron o no nos asesoraron. Ese es el principio del fin. Solicitar un préstamo para pagar el resto de cuotas de un crédito se puede convertir en una cadena interminable de errores por parte de personas que no aceptan asesoramiento económico”, expresó Arca.
El especialista advirtió que esta situación puede generar un remate masivo de bienes o incluso un estado de quiebra de los deudores. Igualmente, lamentó la poca educación financiera reinante en el país ante la poca información disponible para las personas en esta situación, más aún ante la grave crisis económica generada por la pandemia del COVID-19.
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Formas de salir del problema
“Se genera una bola de nieve que puede ocasionar un remate de bienes. Ese es el momento en que tenemos que ser asesorados por especialistas en deudas que les van a encaminar hacia las diferentes formas de salir del problema”, dijo Arca en contacto con Unicanal.
Aclaró que la declaración de quiebra y la convocatoria de acreedores son dos figuras diferentes que puede utilizar el deudor. Especificó que la convocatoria de acreedores es un paso preventivo para evitar la insolvencia. Mientras que la quiebra es un estado de liquidez irreversible del patrimonio.
“La convocatoria de acreedores que habilita que el deudor siga trabajando sin tener la preocupación de un remate masivo de sus bienes, dentro de un escenario de negociación de sus deudas, le da facilidades para proteger su patrimonio, pero siempre pagando sus obligaciones”, explicó Arca.
Arca manifestó que ante todo se debe proteger el patrimonio, pese a contar con una demanda judicial renegociando deudas para cumplir con su obligación. Esto se puede dar con el asesoramiento, puede lograr la suspensión de intereses mediante la convocatoria de acreedores.
“No hay que pensar que porque llegó una notificación se ha perdido todo. No es así, por más que haya recibido una notificación tiene la posibilidad de sentarse con su acreedor y un asesor y negociar la deuda contraída”, precisó el abogado.
Así también, recordó la Ley Nº 154/69 que prevé la supresión de intereses de una cuenta y la imposibilidad de los acreedores de rematar los bienes del deudor. “Los deudores de buena fe son aquellos que no despiden a su gente tratando de conseguir dinero de donde sea para mantener la empresa viva”, manifestó el abogado.
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Buscar negociar y renegociar
Sin embargo, Arca manifestó que pese a que el deudor tenga la intención de pagar sus deudas, existen casos en que el acreedor se niega a dar la oportunidad. En consecuencia, inicia una demanda o un juicio ejecutivo en contra del deudor.
“Acá las palabras claves son negociar las obligaciones. Ni los deudores ni los acreedores tienen la culpa de este escenario pandémico. Lo que decimos siempre es negociar si hay una morosidad, negociar siempre si hay una demanda judicial, negociar siempre si hay una demanda avanzada. Esas son las maneras para llegar a un acuerdo y que se puedan pagar las obligaciones”, explicó Arca.
En ese sentido, el abogado Arca plantó asesoramiento con el Centro de Atención al Deudor (Cenade) al número (021) 233-493, o acercándose a la sede ubicada sobre Teniente Fariña 1021 casi Estados Unidos, en Asunción, o contactando a través de sus redes sociales.