El presidente de la UIP Joven, Francisco Martino, transmitió la preocupación latente del sector industrial con relación al flagelo del contrabando, que está afectando más que nunca y en un momento en el que la economía en sí del país se está recuperando lentamente de una pandemia.
Manifestó que según datos de supermercados, el azúcar de producción nacional se dejó de comprar en un 80%, en comparación al año pasado. Afirmó que esto es señal de que el contrabando está en auge, cuando el comercio debería estar repuntando con una mayor comercialización de los productos nacionales.
Las declaraciones del presidente de la UIP Joven fueron realizadas en entrevista con Universo 970 AM, en el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Industria, que se celebra el 8 de setiembre de cada año.
Lo preocupante es que esa menor compra no significa que la gente dejó de adquirir un producto de consumo masivo como es el azúcar, sino que lo está comprando de otros canales, evidenciando así al contrabando, dijo.
“La gente no dimensiona, pero el contrabando deja a personas sin empleo, todo lo que se hace en la formalidad ayuda a que los trabajadores puedan tener acceso a seguro social, a una familia protegida”, expresó.
Apostar a lo nacional y formal
El empresario señaló que como gremio de industriales jóvenes, buscan concientizar a la población, de que la mejor forma en la que se pueda crecer como industria y como país es apostando a lo nacional y brindando oportunidad a los formales.
En un cálculo rápido, cree que son miles de toneladas en productos que ingresan de contrabando, con esquemas gigantescos más allá de las pequeñas canoas que a simple vista transportan las mercaderías, y son esos peces gordos los que se deben erradicar.
Pero por sobre todo, es el consumidor quien tiene la palabra final, el que realiza la compra es el que decide, ya que si la gente no compra de la calle se dejará de ofertar estos productos de ingreso ilegal.
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Martino explicó a la vez que sin productos de contrabando, el efecto positivo dentro de la economía será un engranaje, pues más personas estarán trabajando, tendrá más poder adquisitivo para consumir más, habrá más prestadores de servicios y la calidad de vida mejorará.
Así mismo, resaltó la cadena de valor que instala el sector, ya que alrededor de toda industria hay un comedor, una despensa, un copetín, el que vende remedios yuyos para el tereré, el que realiza servicios de transporte y una serie de acciones más que se generan cuando hay trabajo, que es lo que se debe fomentar de modo a que la población paraguaya pueda vivir más dignamente, precisó.