El precio total del pasaje, incluyendo el subsidio que abona el Estado, llegó a la tarifa más alta de la historia en los meses de mayo y junio, luego de confirmarse a través de la tarifa técnica del pasaje elaborada por el Viceministerio de Transporte.

Según los datos publicados por el viceministerio, en mayo el bus convencional tuvo un subsidio de G. 1.038 por boleto, mientras que en el diferenciado fue de G. 1.671. En junio los abonos se elevaron a G. 1.139 y G. 1.678, respectivamente, llegando así a un precio final de G. 3.439 y G. 5.087, ya que el usuario sigue abonando G. 2.300 y G. 3.400.

“Subió en el servicio diferencial y bajó en el convencional, según los datos de mayo y junio. Todavía no podemos asegurar que el subsidio ha aumentado porque el servicio convencional es el que más se utiliza. Lo que hicimos ahora nosotros fue determinar el valor de ambos servicios, ahora tenemos que recepcionar las carpetas para el cobro de subsidios”, señaló Víctor Sánchez Chamorro, viceministro de Transporte.

Acotó que en los meses de marzo y abril los transportistas abonaron sus multas por las medidas sanitarias. “Prácticamente tuvimos un ingreso de G. 330 millones por los dos meses y mediante eso se pudieron procesar sus carpetas.

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El viceministro acotó que desde setiembre entrará a regir un nuevo requisito para los transportistas, que deberán cumplir con los intervalos de tiempo. “Aquellas empresas que no cumplan, no van a acceder al subsidio. Con eso podremos garantizar el servicio nocturno, los fines de semana y lugares en donde no había servicio público”, dijo.

Sánchez aclaró que la tarifa técnica es el conjunto de lo que abona la población y lo que paga como subsidio el Estado. “Nosotros como Gobierno necesitamos que el precio del pasaje sea un precio accesible para todos; el precio del pasaje se mantiene constante y lo que se analiza es el subsidio, la diferencia es que hoy los transportistas ya no pueden cobrar el subsidio solo con presentar sus carpetas, por tener colectivos y por un promedio de pasajeros. El pago se hace por las validaciones, si no tiene ninguna deuda y el mismo será con base al rendimiento que tienen”, explicó.

En ese sentido, añadió que el subsidio que abona el Estado no es un beneficio para el transportista, sino que completa el precio del servicio que ofrecen. “Lo que tenemos que hacer como Gobierno es regular y controlar que el servicio sea de calidad y es donde estamos trabajando”, aseveró el titular del Viceministerio de Transporte.

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