La Cámara de Diputados sancionó suprimir de manera experimental por 90 días el costo de la visa de entrada para viajeros provenientes de Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Se trata de una propuesta que se viene discutiendo hace meses y con el cual el sector turístico busca generar mayor interés hacia el país.
Al respecto, Lucía Velázquez, presidenta de la Asociación de Operadores y Agencias de Turismo (Apoat), señaló que ahora solo falta la aprobación del Ejecutivo o el veto.
“Sabemos que Cancillería no está de acuerdo alegando que no recibirán el fondo que obtienen con esto. Esta petición nosotros solicitamos para ayudar a la economía en Paraguay. Buscamos que más personas ingresen a Paraguay para realizar los diferentes tipos de turismo y allí se genera la facturación”, aseveró.
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El Senado introdujo una modificación en donde se dispone que la supresión se hará efectiva, exclusivamente, con fines turísticos. Durante el debate, el diputado Walter Harms (ANR) refirió que otras modificaciones introducidas, que especifican que la permanencia de extranjeros con fines turísticos será por un plazo de 90 días, ya están contempladas en una ley plenamente vigente en nuestro país. No obstante, el legislador se allanó a la propuesta y, tras un breve debate, el proyecto de ley quedó sancionado.
En su momento, el senador del Partido Hagamos Patrick Kemper había manifestado que el proyecto de ley que establece la supresión de las visas para los ciudadanos que provienen tanto de Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Australia beneficiará a varios sectores y dará un empuje al turismo en este tiempo difícil a causa del COVID-19, dejando a la vez una ganancia de 30 millones de dólares al año.
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Cabe mencionar que un total de 29 gremios de diferentes puntos del país y relacionados a las agencias, operadoras de turismo, hotelería, gastronomía, entre otros, ya habían solicitado a los entes del Gobierno la eliminación del pago de visas a dichos países.
Dentro de las argumentaciones, destacaban que otros países de la región, como Argentina y Brasil, ya eliminaron por completo dicha exigencia, facilitando de esa manera el tránsito libre de personas y un enorme ingreso de divisas.