Para que los servicios públicos sean de buena calidad se necesitan funcionarios competentes, y para ello no solo es importante contar con regulaciones estrictas, sino también con un sistema de buenas prácticas que garantice la aplicabilidad de una carrera civil dentro del Estado.

Así concluyeron los expositores de una charla en la que se debatió sobre la necesidad de una reforma de la Ley de la Función Pública. La actividad fue desarrollada por Desarrollo en Democracia (Dende), una entidad sin fines de lucro.

Los expositores fueron el exministro de Hacienda César Barreto; el senador y exministro de Educación Enrique Riera y la empresaria y especialista en recursos humanos Patricia dos Santos.

César Barreto señaló que se deben institucionalizar y transparentar todos los concursos, eliminar la figura del contratado y establecer un plan de carrera con reglas claras y razonables.

También habló de la necesidad de introducir buenas prácticas organizacionales, mencionando que algunas instituciones estatales pudieron implementarlas a lo largo de los años y dieron resultados positivos.

El titular de Dende, Alberto Acosta Garbarino, dijo que es necesario contar con un Estado que invierta más y gaste menos, y que brinde servicios públicos de calidad, para lo cual se necesitan funcionarios con mayor capacidad, eficiencia y formación.

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“La enorme rigidez que tiene el empleo público, además de representar una enorme carga en el gasto público, consumiendo alrededor del 78% de los ingresos tributarios que pagan los contribuyentes”, señaló Garbarino.

Por su parte, Patricia dos Santos afirmó que el sector público es atractivo para los niveles bajos porque no existe la presión que pone el cliente, se gana más al ingresar, se trabaja menos horas, existen más feriados y asuetos, los aumentos salariales se logran muchas veces por presiones, huelgas o momentos políticos.

“Las personas que quieren hacer carrera en su vida profesional salen del sector público y se van al privado lo antes posible porque piensan más en la empleabilidad y no tanto en la estabilidad, como es en la función pública”, manifestó Dos Santos.

Enrique Riera explicó que el marco normativo de la función pública actualmente se encuentra totalmente perforado y su cumplimiento es más bien optativo, lo que hace necesaria una reforma que establezca reglas más claras que eviten depender del contacto político para ocupar espacios o para ingresar a la función pública.

“El sector público es un poco la ley de la selva, donde el que tiene más peso es el que mejor gana. Ni entremos a hablar de las binacionales”, señaló.

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