Preocupa la alarmante bajante del nivel del río Paraná, que se encuentra prácticamente desaparecido, con rangos históricos por debajo del promedio de la media, situación que se viene experimentando durante los últimos años.
Para evidenciar el escenario, el equipo del Grupo Nación se trasladó hasta el límite de Paraguay con la Argentina, cercano a la zona de la ciudad de Itatí, provincia de Corrientes (Argentina), donde se podía divisar la Basílica de la Virgen de Itatí, encontrando en el lugar una franja bastante amplia de tierra, con lo que se denota una bajante histórica de uno de los caudales más importantes de la región.
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Banco de arena nunca antes visto
Específicamente, el equipo periodístico llegó hasta el límite con la Argentina en medio del río Paraná, en un banco de arena nunca antes visto por los pobladores en pleno caudal, a causa de la bajante histórica, tras ingresar desde la ciudad de Pilar y atravesar unos 50 kilómetros hasta la localidad de Mayor Martínez, en el departamento de Ñeembucú, por el riachuelo Paranamí.
Esto, de modo a apreciar de cerca el crítico escenario que las propias imágenes deslumbran como algo increíble, tal y como se viene registrando en promedio desde hace tres años, pero con mayor incidencia por la actual sequía.
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En dicha localidad de Mayor Martínez se encuentra el puerto internacional Itá Corá, una pequeña localidad del mismo nombre, que es una zona portuaria y turística, conocida por la pesca deportiva, en medio de la zona del Itatí en territorio argentino.
El descenso de las aguas en el Paraná es uno de los más críticos registrados a lo largo de la historia del país, con un panorama desolador y desalentador para los distintos sectores de la actividad económica.
Descenso de hasta 0,7 metros a la fecha
En ese sentido, la medición histórica mínima del río en Itá Corá fue de 0,6 metros en fecha 24 de mayo de este año, la máxima de 7,76 metros el 10 de marzo del 2016, y hoy es de 0,7 metros, incluso con -2 centímetros de variación diaria, según la Dirección de Meteorología, en sus registros hidrológicos.
Al respecto, los pobladores manifestaron que a consecuencia de la brusca disminución del agua, muchos rubros se ven afectados como el de la pesca, transporte y cruce de personas, el turístico, el hotelero y todo el eslabón de la cadena fluvial.
Crítica situación
El presidente de la Asociación de Propietarios de Lanchas, Crispín Ferreira, recalcó que es más que preocupante la situación que se viene arrastrando desde hace tres años con pronunciadas bajantes.
“Esta situación venimos sufriendo desde hace tres años, pero este año, desde el principio se acentúo mucho más, y es bastante crítica a falta de las precipitaciones importantes que puedan mitigar las aguas y repuntar el curso del río”, explicó Ferreira.