El incremento de los precios internacionales de las materias primas, específicamente del maíz, impacta de manera negativa sobre el sector bovino. Las mayores cotizaciones encarecieron el costo de producción.
Este hecho preocupa a los productores de carne vacuna, que requerirán de mejores precios para poder sostener la rentabilidad, explicó Fernando Serrati, presidente de Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (Appec), en conversación con La Nación.
“Cuando entremos en la época de confinamiento (de animales en hacienda), que empezará fuerte desde julio. Para la entrega a partir de octubre, noviembre y diciembre, los precios (pagados por los frigoríficos al productor) deberán estar por encima de los US$ 350 el kilo al gancho, si queremos mantener la rentabilidad porque el maíz se encareció mucho”, dijo Serrati.
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Según el informe de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), el precio promedio pagado por los frigoríficos a los productores de carne vacuna se situó en US$ 3,45 el kilo al gancho en esta última semana (desde el 2 al 9 junio).
En ese sentido, el representante de la Appec reconoció que actualmente el precio que reciben los productores es relativamente bueno, pero reiteró que para octubre en adelante debería de sobrepasar los US$ 3,50 el kilo al gancho. “No podemos quejarnos actualmente, recordemos que en esta misma época del año pasado estuvimos vendiendo a un precio de US$ 2,20 y US$ 2,30. Los precios deben estar entre US$ 3 y US$ 3,50 para estar bien; menos de US$ 3 ya es malo”, expresó.
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