Ante el mejoramiento en la calidad e inocuidad de la producción nacional de chía (salvia hispánica L.) exportada al Japón, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de dicho país comunicó que se reducirán los controles por presencia de aflatoxinas.
Así lo informaron desde el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), tras recibir la comunicación oficial, el reciente 31 de mayo, a través de la Cancillería Nacional, acerca de la reducción de los controles que se aplican a las partidas exportadas de chía al país asiático.
Hay que mencionar que, en el 2011, Japón dispuso que el 100% de los cargamentos de chía importados de Paraguay fueran inspeccionados por la aparición de aflatoxinas, que es un tipo de toxina producida por hongos que pueden causar enfermedades tanto en humanos como en animales, medida que fue flexibilizándose.
Facilitará el comercio
Al respecto, director de Calidad Inocuidad y Agricultura Orgánica del Senave, Alfredo Gryciuck, mencionó a Radio Nacional que, con la nueva medida, el Japón dejará de inspeccionar el 100% de las cargas del producto proveniente de Paraguay, y solo aplicará controles al 30% de las mismas, facilitando así el comercio.
En tanto que el presidente del Senave, Rodrigo González, destacó el valor de la nueva disposición, ya que esto demuestra que los productos paraguayos vienen cumpliendo con los requisitos exigidos.
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“Esto es el resultado del manejo adecuado de los cultivos durante la cosecha y poscosecha, para que los productos nacionales ingresen sin observaciones a los mercados internacionales, lo cual es muy importante para el país”, resaltó.
De acuerdo con los registros del Senave, la chía ha tenido un crecimiento sostenido en materia de exportaciones: en 2020 se exportaron unas 26.505 toneladas de chía, mientras que en 2019 se alcanzó el total de 21.548 toneladas y; en 2018 se exportaron 13.499 toneladas.
González recalcó igualmente el logro de que el Japón haya aprobado y tomado como referencia un estudio de residualidad de clorpirifós en sésamo, realizado a nivel local, para determinar su límite máximo de residuos para la importación del cereal.