El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que tras una intensa gestión interinstitucional se acordó con el gobierno e instituciones competentes de la República Federativa del Brasil y la República Argentina propiciar una operatoria que permitirá que el río Paraná alcance una altura suficiente para obtener temporariamente condiciones de navegabilidad.
Esto permitirá garantizar la colocación de los productos agrícolas nacionales en los mercados internacionales a partir del viernes 21 de mayo, hasta el lunes 31 de mayo del año en curso.
De igual modo, se garantizará que un volumen de 125 mil toneladas de producción agrícola, valuadas en aproximadamente 45 millones de dólares, que se encuentran cargadas en 6 convoyes desde hace más de 50 días con serio riesgo de deterioro, pueda ser colocada en el mercado internacional de manera competitiva y garantizar el flujo de la cadena de producción y la economía del país.
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La ventana de agua permitirá contar con una altura de 1 metro en el hidrómetro de Ituzaingó durante el jueves 27 de mayo y el viernes 28 de este mes, suficiente para que los convoyes cargados a un calado de 7 pies y medio puedan atravesar de manera segura los pasos críticos identificados en el río Paraná.
Por segundo año consecutivo, la navegabilidad del río Paraná se ve afectada por una bajante histórica en su caudal, principalmente ocasionada por el pronunciado déficit de precipitaciones que afecta a toda su cuenca a consecuencia de los efectos del fenómeno de La Niña.
Este año, las condiciones de navegabilidad del río Paraná están aún más comprometidas, dado que ya se están registrando niveles extremadamente bajos de caudal y acumulación de aguas en el sistema de regulación de la cuenca.
De modo similar, se repetirá el ejercicio de regulación de caudal que se llevó a cabo en 3 oportunidades durante el 2020, que posibilitó la salida de 413 barcazas que transportaron 493.800 toneladas valoradas en 175.000.000 de dólares estadounidenses.
Todas ellas se ejecutaron ajustando la propia operatoria del sistema regulador, a través de mecanismos de cooperación y coordinación con los gobiernos de los tres países, Argentina, Brasil y Paraguay, particularmente de Itaipú y Yacyretá.
Garantizar las condiciones de la navegación de los cursos hídricos resulta de suma importancia para el país, ya que a través del transporte fluvial se dinamiza el 80% de su comercio exterior.
Además de ser uno de los motores principales de la economía, la navegación reviste una significativa relevancia estratégica para Paraguay por su condición de país en desarrollo sin litoral marítimo.