En la noche de este martes pasado, la Policía Nacional realizó controles en distintos puntos de la ciudad de Asunción para garantizar el cumplimiento ciudadano de las medidas sanitarias, orientadas a mitigar la propagación del coronavirus en la población, entre supermercados, bares, restaurantes y otros como la cadena de locales Biggie Express en Asunción y Gran Asunción.

Los responsables de la cadena sostienen que se debieron adecuar a las restricciones por las medidas sanitarias para contener contagios de COVID-19 tras ser obligados anoche a cerrar alrededor de 60 locales de la cadena. Señalan que decenas de patrulleras de la Policía Nacional llegaron hasta las tiendas exigiendo el cierre, mientras operaban considerando estar habilitados.

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“Nosotros vimos el decreto y dentro de la excepción dice la distribución de alimentos y nosotros vendemos alimentos, dijimos con nuestros abogados que podíamos abrir”, expresó Joaquín González, director de Biggie Express, en contacto con 650 AM.

Los responsables de la firma señalan que estaban habilitados para trabajar de acuerdo al último decreto sobre las restricciones sanitarias. Aseguran que la provisión de alimentos está permitida dentro de las medidas; sin embargo, debieron acatar la orden y cerraron al menos 60 locales. En consecuencia continuarán clausurados a partir de las 20:00 hasta las 5:00, cuando la cadena opera 24 horas.

“Uno de los viceministros de Salud dijo que podíamos abrir. Tranquilamente abrimos y eso de las 9:30, 10:00 de la noche aparecieron patrulleras y comisarios dando órdenes como en una dictadura para que se cierre el local”, manifestó González.

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De acuerdo al directivo de la cadena, con el nuevo decreto se persigue a gente que trabaja de noche al tratarlos como “criminales” por trabajar en este horario, siendo parte de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu). Cuestionó la actitud de la Policía, que en cada local envió una patrullera para exigir el cierre del local. Agregó que alrededor de 500 personas trabajan en el turno noche y que, ante esta situación, deberán enviar suspensiones de trabajo.

“Viene la policía al mayor estilo dictatorial a cerrar. Ni Stroessner se animó a tanto. Hicieron la restricción de venta de alcohol en Semana Santa y no se ve el resultado. De qué sirve que la gente no pueda comer asado a la noche con su familia si de día están apiñados en el colectivo”, cuestionó.

Señalan que desde el año pasado la ciudadanía cuenta con restricciones, sin el acompañamiento de controles, y califican a los colectivos como los principales focos de contagios. “¿Por qué persiguen la noche y meten 100 personas en un micro? Dos horas de viaje a cualquier ciudad de Gran Asunción donde la gente está apiñada. En vez de hacer algo con eso, ni hablan del tema, le tienen miedo a los transportistas”, finalizó.

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