Las restricciones de la cuarentena estricta por Semana Santa golpearon muy fuerte a los sectores gastronómicos y afines no solo en ese periodo, sino ya desde la semana previa, porque la gente con la incertidumbre y el miedo ya no salía.
Es lo que manifestó esta mañana en contacto con la 650 AM el representante de la Asociación de Gastronómicos del Paraguay, Juan Grassi, quien aseveró que se trató de una cuarentena selectiva, en la que terminaron fuertemente golpeados, pues el sector había realizado un trabajo enorme para la aplicación de los protocolos de seguridad.
Siguen pérdidas
“La semana previa a Semana Santa la gente ya no salía, se quedaba en sus hogares y usaba el servicio de delivery o pick-up, con lo que venimos manteniéndonos, pero estos solo cubren el 30% de lo que se suele facturar”, expresó Grassi.
Es que el decreto los había enviado a cerrar los locales y trabajar de una forma muy restricta, mientras que a otros sectores se les permitió trabajar de forma normal en la Semana Santa, alegó, por lo que se sienten como unos tontos por haber respetado las restricciones, lo cual los desmotivó enormemente, señaló.
Para Grassi, durante la Semana Santa, que fue más bien una pseudocuarentena, no se respetaron los protocolos realmente y las autoridades estuvieron de adorno, subrayó. Es por ello que ya anticipados a la cuarentena estricta del 27 de marzo al 4 de abril, el sector junto con otros gremios de mipymes había emitido un comunicado en el que avisaron al Gobierno que iban a trabajar desde el lunes 5 sí o sí.
“No íbamos a permitir que el Gobierno nos vuelva a encerrar y prohibir trabajar, estamos muy enojados con las autoridades porque nosotros sí cumplimos nuevamente, a diferencia de muchos otros”, lamentó el representante.
Al tiempo de acotar que el ciudadano común espera que las autoridades impongan autoridad como tales, lo cual no se da de esa forma, y un ejemplo claro es que de entrada tenían que cortar que se viaje al interior, incluso antes de Semana Santa, señaló. “De Mario Abdo para abajo ninguno es respetable ni tiene autoridad moral, yo particularmente ya no espero más nada de este gobierno”, precisó Grassi.