El emblemático periódico norteamericano The New York Times situó a la capital de Paraguay, Asunción, como uno de los 52 lugares para visitar y amar en este 2021, como lo menciona el artículo. Lo hizo con base en una recomendación que destacó a la ciudad paraguaya, más bien por la calidad humana de su gente al recepcionar a turistas que como lugar turístico mismo.
Es así que en su “52 places to love in 2021″ figuran solo tres destinos sudamericanos, que son Los Llanos, de Colombia; Huanchaco, en Perú, y entre ellos la “madre de ciudades”, Asunción. Pero The New York Times no la mencionó por casualidad, ya que fue tras una recopilación solicitada a los propios lectores, de modo que estos recomienden los mejores lugares.
“Les pedimos a los lectores que nos contaran sobre los lugares que los han deleitado, inspirado y consolado en un año oscuro. Aquí, 52 de las más de 2.000 sugerencias que recibimos para recordarnos que el mundo aún espera”, señala el párrafo de entrada de la publicación.
La propuesta recomendada incluida por el periódico americano fue de la lectora Abigail Williamson, quien habla, más que de la capital paraguaya, de su gente como el aspecto más significativo que ofrece como atractivo turístico.
La calidad humana del paraguayo
“Es un lugar al que ir si cree que la parte más significativa del viaje es conocer gente”, resalta el título del apartado sobre Asunción, para ya en la primera estrofa reflejar la realidad citadina de la capital, que prácticamente al bajar del avión, si bien el aeropuerto está en la ciudad de Luque, es como abrir un horno y sumergirse dentro.
“Bajar del avión en Asunción, la capital paraguaya, es como abrir un horno: el calor empaña tus vasos y el aire huele a humo de diésel y carnes asadas”, relata la lectora.
Se trata de la opinión de una extranjera que vivió durante dos años en el país, específicamente en Asunción, según cuenta, quien destaca los coloridos autobuses que recorren la ciudad, donde inevitablemente se debe reducir la velocidad debido a los árboles de mango y lapacho en las carreteras, donde la costumbre es pavimentar alrededor de ellos en lugar de talarlos, recalcó.
Menciona que Paraguay es visto a veces como un lugar de transición entre las selvas tropicales de Brasil y las salinas bolivianas, y que los mochileros tienden a omitirlo por sus vecinos más llamativos.
Pero para Abigail, viajar no se trata de tomar fotografías de cosas famosas, sino de la gente, y: “Paraguay es el tipo de lugar donde varias personas ofrecerán, si no suplican, dejarlo o recogerlo en el aeropuerto. Ese abrazo se puede sentir incluso entre los visitantes”, subrayó en la apreciación.
El dato fue rápidamente viralizado por las redes sociales y no faltaron los comentarios, buenos y malos, con variados fundamentos, al tiempo que algunos aprovecharon para presionar a las autoridades diplomáticas de que es tiempo de eliminar la visa de reciprocidad y darle el lugar que se merece el turismo como fuente de desarrollo.