Durante la mayor parte del 2020, con un país sumergido en una emergencia sanitaria nunca antes vista en la era actual, el sector industrial local demostró capacidad para sobrellevar una crisis, logrando mantener en gran medida los empleos tras adaptarse a las disposiciones de confinamiento, pudiendo implementar el trabajo en cuadrilla.
Al respecto, María Sol Sosa, miembro de la UIP Joven, brindó un resumen de cómo el sector sobrellevó la pandemia del COVID-19, que sin duda afectó a todos, encontrándose los distintos rubros económicos en un gran desafío.
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“Sin duda fue un año muy duro, pero a la vez hizo que de alguna forma algunos proyectos de mejora que tenían previsto las empresas hayan sido acelerados, procesos que estaban previstos para un futuro cercano, como implementación de tecnología, innovación en productos y hasta en la materia prima que se utiliza”, expresó.
Al tiempo de aseverar que la industria demostró en este tiempo de crisis una gran capacidad de abastecimiento al mercado local, ya que se cerraron todas las fronteras, y no obstante todas las góndolas de alimentos, productos de limpieza, insecticidas y demás siguieron intactos, y que todos los paraguayos accedieron a productos nacionales.
La industria nacional también demostró que a pesar de todas las barreras que fueron surgiendo, pudo seguir demostrando la importancia del sector no solamente como aportantes al fisco, sino el de poder abastecer a todo un país, dijo.
“Si logramos apoyo en estos aspectos, vamos a poder competir todos de igual a igual, que debe ser el camino. Y desde el sector privado y de los jóvenes industriales, nuestro compromiso también es de seguir luchando porque no por iniciar un año nuevo el escenario va a cambiar de la nada, así que las fuerzas tienen que ser las mismas y los objetivos deben ser claros y marcados”, precisó la joven industrial.
Sectores específicos
Maquila
Y para tener un contexto más específico de alguno de los sectores, La Nación también conversó con la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay (Cemap), Carina Daher, quien reconoció que la pandemia enseñó muchas fortalezas que eran desconocidas.
El trabajar en cuadrillas, la funcionalidad de los colaboradores a la hora de rotar puestos para cubrir a los faltantes y por sobre todo la buena voluntad del equipo para sobrellevar las dificultades que se presentaron.
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“Este combo de nuevos procedimientos arrojaron porcentajes positivos en las exportaciones mes a mes posterior a los meses de entrenamiento y pruebas que fueron abril y mayo. Poco a poco fuimos retomando la capacidad de nuestras producciones para en agosto llegar al 70% y noviembre ya alcanzamos el 95%. Creo que somos uno de los sectores menos golpeados y todavía gozando de buena salud”, mencionó.
En ese sentido, estimó que la industria de la maquila estaría cerrando el 2020 con unos US$ 650 millones en ingreso de divisas, según las exportaciones.
En cuanto al factor empleo, Daher indicó que gracias al trabajo conjunto con el MTESS, específicamente con la Dirección de Empleos, pudieron manejar las solicitudes de suspensión para luego volver a retomar según podían agregar más turnos y cuadrillas.
Señaló que pudieron haberse perjudicado un 10% del total de los puestos directos de la industria maquiladora, que emplea a cerca de 18.000 personas, según datos del Ministerio de Industria y Comercio (MIC).
Y para que este brazo de la industria pueda seguir desarrollándose, será clave enfocarse en la revisión que debe darse para todos los regímenes en el 2023, que junto con el equipo técnico del MIC deben iniciar un trabajo de pulido con la posibilidad de mejorar los incentivos en sus diferentes áreas lo antes posible. “Esto podría afianzar fehacientemente las intenciones actuales de expansión, así como anclar a las nuevas inversiones que pudieran estar interesadas”, sostuvo.
La titular de la Cemap quiso transmitir una apreciación sobre las gestiones realizadas por el Gobierno en torno a las medidas aplicadas para mitigar la pandemia, lamentando que no fueron acompañadas por la transparencia.
“Excelente primera actuación para protección que penosamente se vio manchada con la impunidad ante descubrimiento de intentos y aprovechamiento de las autoridades para ponerle mano al préstamo sanitario”, sentenció.
Textiles
Otro de los sectores que pudo seguir trabajando y asegurar mano de obra a miles de paraguayos fue el de confecciones y textiles, para lo cual desde la Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP) comentaron cómo pudieron lograrlo.
Si bien a inicios de la pandemia, como en todos los sectores, la actividad se redujo drásticamente a cero, obligó a la industria a encontrar nuevos desarrollos en el ámbito de la indumentaria hospitalaria y los equipos de protección individual (tapabocas, batas, entre otros) para poder subsistir y que las empresas puedan mantener a la plantilla, manifestó la gerente de Proyectos y Capacitaciones de la AICP, Eva Torales.
“El sector textil en general tuvo una caída del 60% en las ventas de productos, y para evitar el impacto, muchas marcas tuvieron que adecuarse a nuevos canales de comercialización que ya estaban implantados a nivel global, como la vía de redes sociales, e-commerce y servicios de entrega a domicilio o delivery”, asintió Torales.
De esa forma, algunas replantearon completamente su modelo de negocio para lograr la permanencia en el mercado, y es allí donde la AICP también brindó herramientas, aprovechando los momentos de virtualidad para acercar información y conocimiento a las empresas del sector, de modo de apoyarlas durante el difícil proceso, agregó.
Ya con la apertura de fases, que nuevamente generó movimiento en las ventas, el consumidor también mostró más empatía por la producción local, lo que resultó positivo para las marcas y las empresas, que en el mes de diciembre fue una esperanza de lograr una mínima recuperación. Pero son conscientes de que en la mayoría de los casos los números no resultan favorables, comparándolos con la misma época del año anterior, explicó.
Pero un hecho importante para el sector, considerado un logro histórico, con lo cual han tenido una importante reactivación económica, fue a través del Acuerdo Nacional de Provisión de Batas Hospitalarias de Protección contra el COVID-19, que fue posible mediante el esfuerzo del sector público y privado.
Mediante el acuerdo se pudo inyectar a la economía más de G. 114.000 millones, manteniendo la actividad de 11 empresas firmantes del acuerdo, que se apoyaron en más de 130 mipymes y alrededor de 3.000 personas en forma directa e indirecta, logrando un esperanzador y positivo cierre de año para muchas familias paraguayas.
“Si bien sabemos que no ha mitigado por completo el impacto de la crisis sanitaria de todo un sector que representa a 200.000 puestos de trabajo, ha traído el alivio a miles de familias paraguayas para el cierre del 2020”, subrayó.
Así, pese a la pandemia que afectó a todo el comercio, incluidas las exportaciones, las mismas se mantuvieron estables debido a que en su mayoría, los exportadores/maquiladores del rubro textil siguieron realizando su producción y enviando a sus matrices ubicadas principalmente en Brasil, las cuales mantuvieron una demanda importante dentro de su mercado, y de esta manera fue que continuaron en auge las exportaciones durante el reciente año anterior.
En dicho contexto, Torales realizó una estimativa de los embarques del 2020, ya que aún no se cuentan con datos actuales al cierre de diciembre, confirmando que las exportaciones estarían cercanas a los datos del 2019, presentando una variación de -3,65% en el acumulado respecto al 2020.
Perspectivas 2021
En cuanto a las perspectivas para este nuevo año 2021, desde la UIP Joven esperan que el Gobierno pueda seguir en la lucha contra el contrabando, al igual que un fuerte apoyo a las industrias para que estas puedan ser más competitivas contra productos del extranjero, sea aquellos que ingresen de forma ilegal o aquellos importados que compiten directamente con productos nacionales.
Así también, consideran que el apoyo a la industria para mayor capacitación y formación de los personales, de la mano de obra, es un factor fundamental para seguir potenciando, así como la formalización del mercado y de las pymes, de modo que la industria pueda seguir creciendo y aportando al país, acotó Sosa.
Desde la industria de la maquila seguirán apoyando las promociones de inversión que se iniciaron en el 2020 y se vieron dificultadas por la pandemia.
“Espero que pronto se puedan reanudar las ferias y exposiciones que nos permitan salir a promocionar las bondades que tiene Paraguay como plataforma productiva para diferentes tipos de inversiones, así como ser los principales protagonistas para la revisión de la renovación del régimen antes del 2023”, recalcó Daher.
Por su parte, la gerente de proyectos de la AICP identificó acciones que esperan que se repliquen como el Acuerdo Nacional de provisión de productos textiles y equipos de protección individual, teniendo en cuenta por un lado la capacidad de la industria, y por otro lado que las inversiones en compras públicas tienen un efecto generador de empleo de impacto positivo y multiplicador en la economía nacional, bajo el modelo de gestión abierta y transparente.
En tanto que como gremio seguirán dotando de herramientas e iniciativas para la mejora de la competitividad de las empresas, la sostenibilidad como eje fundamental de la industria para seguir apoyando al sector en este proceso.
Esto, de modo de lograr de forma gradual una pronta recuperación económica, ya que al actuar con prudencia en un panorama de incertidumbres, los mantiene esperanzados, a más de entender que son responsables por el futuro del desarrollo del país, puntualizó.