En una nueva entrega de Emprendedores LN llega la historia de un emprendimiento familiar, que si bien se ideó hace 5 años como lo que es actualmente, un parador restaurante, sus orígenes se remontan a 50 años atrás, cuando unos inmigrantes coreanos se apostaron en las serranías de la Cordillera.
Se trata de Granja Kim Parador Restaurant, ubicado en el kilómetro 48 del cerro Caacupé, en la cumbre misma, a pasos del Kuruzu Peregrino y a 300 metros sobre el nivel del mar. Para conocerlos, se puede ingresar a @granjakim en Instagram y como Granja Kim Parador Restaurant en Facebook.
El parador goza de una maravillosa vista del lago Ypacaraí, mucha vegetación, transmite la paz y tranquilidad de una brisa suave en medio de la naturaleza, con un enfoque gastronómico de calidad que invita a ser una parada obligatoria para los viajantes de la zona.
Inicios e historia
Así comenzó contando Benjamín Galeano Kim, quien es el Gerente General de la Granja Kim, cuya idea como restaurante parador fue desarrollada ya en el 2015, para pasar a la primera fase con su habilitación en diciembre de 2019, pero sorprendidos en este 2020 por la pandemia que aqueja al mundo, obligándolos a cerrar durante 9 meses, para reabrir las puertas, más firmes, desde el 10 de diciembre pasado.
“Granja Kim Parador Restaurant es una granja avícola fundada por mis abuelos, don Yong Nam Kim (+) y doña Do Hi Lee Kim, ya en el año 1970, y actualmente sigue funcionando como tal. Pero lo que don Kim, como se lo recuerda con cariño, no imaginó, es que ese lugar tendría un potencial turístico único, con una imponente vista al emblemático lago Ypacaraí y una brisa agradable por encontrarse a trescientos metros sobre el nivel del mar”, relató Benjamín.
Rememoró a don Kim, quien fue un inmigrante coreano que realizó varias travesías hasta llegar al cerro Caacupé con su esposa y dos hijas, en busca de un lugar alto y fresco para emprender en la reproducción de pollitos, una actividad pionera en aquella época.
Con los años, la propiedad quedó entre las rutas de ascenso y descenso de la Ruta Nacional PY02 “Mariscal José Félix Estigarribia”, dándole una ubicación privilegiada y de alto valor turístico que ya no merecía ser dedicada solamente a la actividad avícola, continuó el joven.
De granja avícola a restaurante
Y fue así que nació la propuesta como “Granja Kim Parador Restaurant”, sobre los cimientos puestos con esfuerzo y perseverancia por su fundador décadas atrás, e inició el proceso de transformación de la planta avícola a un lugar de esparcimiento para las familias. Lo interesante es que mantuvo tanto la historia como la esencia de la planta, conservando en lo posible partes de las máquinas incubadoras y otros equipos como materia prima para la construcción del parador.
Es así que el emprendimiento está orientado para toda persona que quiera distenderse, en un ambiente fresco y relajado, ideal como una parada para los paseos familiares, ya que se puede disfrutar de un espacio abierto, rodeado de un verdor acogedor y abrazador.
A más del preciado obsequio de la naturaleza, el lugar fue ambientado con unas terrazas, listas para admirar la puesta del sol, a más de un parque infantil para los más chicos, sombras naturales para respirar aire puro, y el complemento ideal, una gran variedad de platos gastronómicos innovadores y, por sobre todo, de calidad.
Servicios y opciones
Y en este punto, Benjamín se adentró a los servicios que ofrecen en la Granja Kim, como desayuno, almuerzo, merienda y cena, en el horario de 8:00 hasta las 23:00, todos los días, de lunes a lunes. Al mediodía se puede acceder a un buffet por G. 55 mil el kilo, y hasta cuentan con días temáticos. Lunes de pescado, martes de comida paraguaya, miércoles, oriental; jueves de pastas, viernes de milanesas, sábados de BBQ (barbacoa) y los domingos de parrilla.
Desde las 18:00 está disponible el servicio de fast food con hamburguesas, pizzas y tragos, hasta opciones Tex-Mex como quesadillas y nachos en las terrazas, que invitan a disfrutarlos acompañado de la suave brisa del cerro Caacupé y el atardecer en el horizonte.
Y para los que prefieran una velada especial y más delicada, ya tienen desarrollada la carta, que puede ser servida desde las 20:00, con variedad de carnes; tapa cuadril y pollos entre otros, pescados y pastas. Desde que reabrieron cuentan con la Costilla 24K, que es una verdadera explosión de sabores. Cocinada a baja temperatura, envasada al vacío, durante 24 horas, en pan de campo, colchón de rúcula, morrones confitados, queso roquefort y pepinillos, convirtiéndose en una opción bastante atrayente para los que gustan de carnes, aseveró Benjamín, quien invitó a los lectores a ver las fotos y videos en la cuenta de Instagram: @granjakim.
Y por supuesto, no puede faltar el rincón para los amantes del café, opciones dulces y postres, para lo cual está la Cafetería La Rosetta, con un servicio desde las 8:00 hasta las 23:00, también de lunes a lunes.
Golpe duro y de reflexión
Ante la interrogante de cómo fueron afectados por la pandemia, Benjamín asintió que fue bastante duro, ya que estaban a un ritmo 24/7, con apenas tres meses de apertura, por lo que tener que cerrar dolió bastante, además de que les tomó cinco años llegar a ese momento.
“Sin embargo, fue un momento de mucha reflexión, tuvimos nueve meses para desarrollar nuestra carta, mejorar procesos de producción, controles de stock más precisos, nuevas promociones y enfoques de marketing. Sirvió para darnos una pausa, corregir lo que no estaba funcionando y mejorar lo que estábamos haciendo bien”, subrayó con franqueza.
Al tiempo de precisar que no fue fácil para ellos emprender, pero rescatando que contaron con el apoyo de varias empresas, gracias a la larga trayectoria de la Granja Kim. “Desde un principio, las personas que trabajaron para desarrollar el proyecto, creyeron en el mismo, impulsados por la misión y visión del negocio”, agregó.
Pero lo más difícil, al ser un rubro nuevo para la familia, fue la poca experiencia en el mismo, por lo que contrataron asesores y expertos para desarrollar la cocina y el servicio de atención, con la premisa de reducir cualquier falla que pueda presentarse.
Lo desafiante de emprender
“Definitivamente, lo más complicado a la hora de emprender fue el capital inicial, el proyecto era factible pero no conseguíamos el apoyo financiero que necesitábamos. Con mucho esfuerzo propio y apuestas de bancos de plaza, logramos juntar lo necesario y algo más para dar la palada inicial en junio del 2019”, acotó.
En cuanto a la expectativa actual, siguiendo y conviviendo con una pandemia y a futuro, siempre es alta y alentadora, aseguró. Sin embargo, son conscientes de que se debe aprender a vivir y convivir con el virus, para lo cual tomaron todos los recaudos necesarios para que el cliente y staff se sientan seguros. Cuentan con todos los protocolos que dicta el MSPyBS, así como otros, que creen que coadyuvará a mejorar la seguridad dentro del local gastronómico.
Sobre la actividad en sí y la rentabilidad del negocio, manifestó que es una escuela diaria y un desafío constante. “Cada día vamos aprendiendo sobre la producción, la venta y los gustos del cliente. Es un verdadero desafió que estamos tomando con muchas ganas y energías”, amplió.
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Proyecciones del negocio
Y como todo emprendimiento, que se proyecta a crecer, Benjamín adelantó a LN que tienen planificado unir ambas unidades de negocio, tanto la Granja Avícola como el parador restaurante, de manera a que el cliente pueda conocer las raíces y los esfuerzos realizados para la conjunción con el rubro gastronómico. A la vez, están bien definidos en varias fases de desarrollo, que desean completarlas en unos 5 años aproximadamente, con el proyecto de un alojamiento que será el complemento ideal, y la ampliación del parador.
“Este es un proyecto que fue concebido a base de fe y mucho esfuerzo. Con mi madre estuvimos desde el 2015, creyendo y tocando muchas puertas para que hoy, Granja Kim sea una realidad. Aunque poseo cierta experiencia en el rubro, el nivel que hoy estamos ofreciendo es totalmente diferente y las exigencias del cliente cada día son más altas. Esto nos hace ir mejorando y buscando nuevas formas de cumplir con las mismas, indicó el joven entusiasta.
Composición
El emprendimiento familiar está compuesto por su propietaria Soon Joo Kim de Galeano (Sonyu en español), encargada de las finanzas. Sus hijos: Benjamín quien actualmente se encuentra enfocado 100% al negocio; Esteban y Sofía Galeano Kim, quienes llevan adelante el proyecto.
Y antes de acabar la charla, Benjamín quiso transmitir como consejo a los emprendedores tener mucha confianza, y más que nada, creer y trabajar en el emprendimiento, ya que emprender implica dejar muchas cosas para poder llevarlo a la realidad.
“Es importante también tener las herramientas necesarias para que todo gire. Aconsejamos no escatimar en asesorarse con expertos para reducir las fallas que puedan presentarse y, lo más importante, capacitar al staff en general, ya que al fin y al cabo, son ellos quienes estiran el carro, siendo la cara principal del negocio”, recomendó el emprendedor.