El sector turismo es otro de los grandes afectados en la ciudad de Caacupé a raíz de la imposibilidad de la llegada de feligreses por la pandemia del COVID-19 y las últimas medidas restrictivas impuestas por el Gobierno. Dentro de este abanico de servicios turísticos se encuentra la hotelería, cuya oferta hoy no es satisfecha a raíz de una nula demanda de huéspedes. Desde el sector entienden las disposiciones sanitarias, pero consideran que la respuesta paliativa para el sector comercial en general es muy pobre.

Así lo explicó Ramiro Leiva, encargado del hotel Copadísimo, ubicado en la Villa Serrana, y estudiante de último año de la carrera de hotelería y turismo, en entrevista con el equipo de La Nación que realiza una cobertura totalmente diferente de las festividades a puertas cerradas por la Virgen de Caacupé.

“Este año ha sido malísimo económicamente hablando no solo para el sector hotelero, sino para el turístico. Toda la gente relacionada a la gastronomía, artesanía, fue afectada y es triste porque los subsidios son bajos en comparación a la plata que la gente podía hacer estas fechas. Ellos, con todo lo que hacen durante el mes de diciembre, se hacen de panza y eso les dura hasta marzo. Así pueden invertir o gastar en algo su dinero. Pero este año es prácticamente sobrevivir. No solo para nosotros, sino para todos”, expuso el joven empresario.

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Ramiro Leiva, encargado hotelero, mencionó que el Gobierno debe apostar por la reactivación del turismo con todas las medidas de seguridad. Foto: Pánfilo Leguizamón.

Leiva recordó que desde que comenzó la pandemia se vieron obligados a cesar actividades y que recién en la fase 4 de la cuarentena inteligente, allá por el mes de agosto, pudieron abrir gradualmente. “Pero como no hay la demanda que suele haber, tampoco uno tiene la cantidad de personal que quiere. Uno se ve incluso obligado a reducir, querés contratar, pero también querés pagar un buen sueldo. Tenés que fabricar cómo seguir generando buena calidad, ya que se cobra menos por el servicio. Este es un año de exigencia”, aseveró.

A criterio del hotelero, el Gobierno tardó mucho en la reapertura de ciertos sectores tras la cuarentena rígida. En ese sentido, dijo que el sector privado debe trabajar permanentemente. “Parar 10 días es catastrófico”, exteriorizó. En el caso del hotel Copadísimo, Leiva refirió que en años anteriores, desde el mes de setiembre ya recibía reservaciones de habitaciones para las fechas de diciembre, y no solo de gente del plano local, sino también del exterior del país.

“El turismo aquí se mueve porque venían personas de varios países y todos los sectores económicos se nutrían de esa afluencia. Hoy vemos las calles vacías. Lo más chocante es ver a ese chipero que no vende nada, que vive del día a día”, lamentó. Leiva añadió que entiende la intención del Gobierno de intentar ralentizar el contagio del virus, pero afirmó que la economía es parte de la vida de uno. “Los que viven del día a día quieren trabajar, se levantan temprano y quieren ganarse dinero de forma digna. A ellos no le podés decir que no muchas veces, esta gente va pasar esta navidad con muy poco”, dijo.

Vista aérea de la ciudad de Caacupé de este martes 7 de diciembre. Calles, veredas y plazas de alrededores de la Basílica vacíos. Foto: Pánfilo Leguizamón.

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Senatur debería interesarse más

Por otra parte, Leiva refirió que la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) debería interesarse más en la reactivación del sector a nivel nacional, teniendo en cuenta que aún se tienen las fronteras cerradas y que el turista paraguayo puede resultar una excelente oportunidad. “Invertí y puse una canilla para el lavado de manos. Compré el termómetro y otros elementos. Hay que seguir adaptándose para continuar con el trabajo y mostrar a los clientes que uno se maneja con seguridad e higiene”, señaló.

Las habitaciones del hotel se encuentran en óptimas condiciones, a la espera de la mayor flexibilidad del Gobierno para la llegada de clientes. Foto: Pánfilo Leguizamón.

En ese contexto, el hotelero dijo que el paraguayo hoy puede ser un turista más y que va a ser imposible frenar esta situación. Instó a ver los lugares que pueden ser explotados turísticamente, con todas las medidas sustentables y sostenibles. “Hace falta que el paraguayo sea más patriota para promocionar lo nuestro, la chipa paraguaya, el chipa guasu, nuestros lugares. No puede haber mucha frenada del Gobierno a la gente que quiere trabajar y producir. Yo quería hacer más inversiones. Quería colocar un bar en la terraza del hotel, pero hay deudas y los bancos son buenos cuando les das, pero llega tal día del mes y te requieren”, afirmó.

Por último, Leiva manifestó que así como antes del 7 de diciembre se acercó un interesante caudal de gente hasta la Villa Serrana, vaticinó que volverá a ocurrir lo mismo en los días posteriores al 8 de diciembre. “Eso es categórico. Lo que hace la gente es respetar estos dos días, luego los otros días va a volver a venir. Que vengan, pero que no traigan adultos mayores ni criaturas. Que vengan ellos con sus promesas, que a los negocios se les respete y deje funcionar con las medidas sanitarias”, culminó.

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