Una alternativa viable para Paraguay con relación a la reducción en la expectativa de producción de la soja para la campaña 2020/21, que de 10 millones de toneladas cayó a 8 millones a causa de la falta de lluvias, es que el aumento del precio internacional se mantenga estable por unos meses más. La cotización actual en Chicago es de US$ 421,7 la tonelada.
Así describió a la situación actual el vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja, Cereales y Oleaginosas del Paraguay (APS), Karsten Friedrichsen, en contacto con el equipo de Universo 970 AM y GEN esta mañana.
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Afirmó que lamentablemente el contexto no es bueno, recordando que se venía de una muy buena perspectiva de siembra en agosto cuando se registraron durante al menos tres días muy buenas precipitaciones que fueron de norte a sur, cuando parecía que tocaría una primavera regular para una buena siembra.
Pero tras el fenómeno climático de La Niña que trajo consigo la sequía, la siembra que debería haber arrancado el 1 de setiembre, se pospuso durante todo el mes y hasta octubre cuando no se podía terminar de forma regular la siembra.
Lluvia fue solo el 50%
“En Paraguay prácticamente terminamos la siembra de la soja con 60 días de atraso, que por sí solo no era aún un drama si las precipitaciones se hubieran registrado bien entre octubre y noviembre, pero no fue así. En las zonas de Alto Paraná, Itapúa y Canindeyú tuvimos unos 1.000 mm de lluvias desde el 1 de enero hasta el 1 de noviembre, que es el 50% de lo normal”, expresó.
Esto, ya que durante el período citado, se suelen dar unos 2.000 mm de precipitaciones, pero de los 1.000 que cayó en enero, febrero y marzo fue normal, pero entre setiembre y octubre fue solo un 30% de lo esperado, indicó.
Señaló que solo podría salvar la situación el repunte que tuvo el precio internacional de la soja y que el mismo se mantenga estable por los próximos meses, con lo que el productor paraguayo podría llegar a obtener 30% más por la producción si lo vende ahora, y que la estimativa es que eso se mantenga. “De esa manera, si Paraguay llega a las 8 millones de toneladas, a un precio mejor, es que podría tener aún buenos resultados para paliar la siembra tardía”, explicó Friedrichsen.
Producción no llegará a 10 millones de toneladas
Pero aseveró que desde el punto de vista de la APS, que cuentan con unos 3.000 asociados en los departamentos de Itapúa, Alto Paraná, Canindeyú, Caaguazú, Concepción, San Pedro y otros, ya prácticamente descartan que la cosecha de soja llegue a los 10 millones de toneladas.
Si bien, en ciertas de regiones del sur, San Pedro y en el Chaco se está trabajando en un contexto ya normal porque llovió mejor, los departamentos que son más fuertes en volúmenes de producción como Alto Paraná, Canindeyú y Caaguazú fueron más afectados por la falta de lluvia ya que los cultivos no están bien.
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La situación actual de los cultivos es que está atrasado en el ciclo entre 30 a 60 días, dependiendo de la región, y si bien se registraron nuevas precipitaciones recientes, que no fueron muchas pero entre 5, 8, 10 a 20 mm de lluvias, que alivió un poco el escenario, pero la demanda de agua es muy grande aún porque los cultivos necesitan desarrollarse, agregó.
Básicamente, los cultivos no cuentan con reservas de agua en el suelo, por lo que el panorama no es muy alentador, y el perjuicio ya está instalado por lo que solo resta esperar ver cómo se comporta el mes de diciembre para cuantificar las pérdidas.
Friedrichsen señaló igualmente que la situación no es solo para Paraguay, ya que se extiende hasta el Estado de Paraná y Mato Grosso, uno de los mayores productores en Brasil, también están atravesando por lo mismo.