Para una entrega más de Emprendedores LN conversamos con una chocolatera para conocer el delicioso mundo del extravagante y peculiar sabor del cacao, que a la mayoría fascina. Pero, atención, porque no tuvimos que recurrir a una productora de otro país, ya que ella es de acá, de Paraguay.
Sí, y es de la ciudad de Ypacaraí, donde hace 5 años se dedica a elaborar chocolates artesanales paraguayos a partir del cacao y manteca de cacao, combinando sabores o ingredientes tendientes a encontrar un sabor o punto delicioso, asegurando así un producto de calidad superior, capaz de satisfacer el paladar más exigente.
Así comienza contando nuestra entrevistada de hoy, Ana Alarcón, de 25 años, más conocida como “Avi”, quien es la emprendedora y propulsora de Eleos Chocolates, con la elaboración de bombones artesanales, paletas, barras de chocolates personalizados y servicio de chocolates para eventos. Se considera autodidacta por el momento, ya que terminó el bachiller técnico en diseño gráfico y publicidad, lo cual la ayudó a impulsar el emprendimiento.
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Chocolatería, un oficio artesano
“La chocolatería es un oficio artesano que se inspira en el arte, donde uno puede transmitir su forma de pensar y ser. Y el proyecto más anhelado de Eleos es convertirse en una fábrica de chocolate bean to bar (de la semilla a la barra), para elaborar el producto a partir del grano de cacao, que es una tendencia mundial para un proceso más saludable y artesanal”, transmitió Avi.
Al respecto, dijo que el siguiente paso para buscar ese sueño es que el próximo año quiere viajar a Italia, en busca de proveedores de maquinarias y materia prima, para lo cual está en búsqueda de inversores que impulsen a hacerlo realidad, ya que dicho proyecto no está pensado solo para crecer como negocio, sino que también para generar fuente de trabajo a mujeres madres.
Pero, ¿cómo fue que surgió todo esto?, consultamos a la emprendedora, quien se adentró en su historia personal y relató que se dio a por el miedo de quedarse sin empleo en el 2014 y una futura hija a quien sostener. Así, pensó en algo que hacer y empezó en la cocina de su mamá, elaborando paquetitos pequeños de chocolates que salía a vender en el Mercado 4, cuando solo contaba con 5 moldes prestados, más un préstamo de G. 30 mil para adquirir la materia prima.
Inicios en la chocolatería
“Derretía el chocolate a baño maría, en un fuego a carbón, y lo sacaba del molde en una latona que contenía hielo, ahí le daba el golpe de frío que necesitaba”, reveló. Por eso es un producto paraguayo, ya que la formulación es realizada por ellos, a más de la mano de obra local, que es la que realiza el proceso de moldería y detalles finales.
Pero poco después de iniciar, tuvo que volver a trabajar cuando su bebé cumplió 5 meses, pero en sus tiempos libres volvía a elaborar los chocolates que los vendía a los compañero de trabajo, o por la calle de camino a la casa, al tiempo de recordar que en ese entonces no contaba con ningún solo electrodoméstico, ni heladera, ni microondas ni cocina, señaló Avi.
No obstante, siempre que asistía a alguna feria o preparaba para alguna fecha comercial, los chocolates artesanales de Avi terminaban faltando, y así fue descubriendo la pasión por el chocolate y que la gente también lo ama sin importar la estación, haga frío o calor.
Consolidación y significado
Eleos Chocolates iba tomando forma poco a poco, hasta consolidarse y producir los chocolates artesanales paraguayos para eventos sociales con las tradicionales mesas dulces, hasta para personas que se inclinan a una alimentación libre de azúcar, gluten, leche y soja.
Pero antes de seguir avanzando, LN consultó a Avi qué significa Eleos y por qué ese nombre. Respondió que Eleos significa misericordia, del griego al inglés, y sería un resumen de su historia de vida y su relación personal con Dios. “En todo este proceso de emprender, vimos la misericordia de Dios, porque en días en que no había qué comer, surgían trabajos, y así fue un constante ejemplo de misericordia para conmigo y mi hija”, se abrió Avi.
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En dicho contexto, resumió los dos últimos años en que incluso llegó a ganar premios con la Union Industrial Paraguaya (UIP), al igual que este año con el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), que quizás para otras personas puede ser un logro por el esfuerzo, pero para ella son milagros, por lo que la palabra eleos marca su relación personal con Dios.
Cuentan con variedad de productos, pero ahora mismo los principales para la venta son las presentaciones en cajitas de 12 unidades y la tabletas 70%, así como los variados combos para eventos desde G. 150.000 hasta G. 1.500.000 en el caso de las mesas de dulces.
Opciones y aceptación
Están disponibles igualmente las propuestas Oikoite, con -30% cacao, elaborado con cobertura de producción nacional; el Mbarete, +55% cacao, elaborado con chocolate noble y belga; y la Chuchi, +70% cacao, a base de chocolate orgánico, apto para los intolerantes a la lactosa, también es libre de azúcar y, por supuesto, ideal para los paladares más exigentes.
Si bien es sabido que el chocolate es amado por muchos, LN quiso comprender la aceptación del mercado hacia un producto elaborado a nivel local, y Avi asintió que desde sus inicios, vendiendo en el Mercado 4, tuvo buena aprobación, ya que la visión de Eleos nació con su historia de vida, lo cual hizo que las personas se sientan más cercanas y comprendieran que detrás de ello existía una pequeña gran familia en dicha batalla.
“Siempre me quedaba corta con los productos, en cada temporada especial se me acababan los insumos y no podía responder a toda la demanda, me suele pasar aún. Eso me da la pauta de que a la gente le gusta y más aún contando con diferentes calidades es que podemos cubrir deferentes necesidades, ya sea como postre para un niño o para una persona que realiza una dieta keto”, explicó.
Apertura del mercado
En cuanto a su experiencia en emprender en Paraguay, aseveró que tiene su grado de dificultad, pero que a la vez es un costo que hay que pagar para desarrollarse como mercado productor y aprender lo que no se pudo hacer antes.
“No contar con un capital y empezar todo a puro pulmón puede llevar su tiempo, pero ese tiempo es parte del proceso para valorar lo que con esfuerzo se está construyendo”, recalcó Avi. Acotó que con su aún poca, pero laboriosa trayectoria, pudo entender un aspecto fundamental para el ecosistema emprendedor paraguayo, de que si en la formación escolar se introdujeran herramientas prácticas para emprender, cualquiera sería capaz de lograrlo incluso en momentos de crisis.
A lo que sumó que el Gobierno también está trabajando en facilitar mayor información y oportunidades para la formalización, así como para el financiamiento de buenas ideas, por lo que también es cuestión de investigar y ser constante en buscar oportunidades.
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Formalización, pocas herramientas
En ese sentido, lamentó a la vez que lo más difícil para ella fue la parte de la formalización, ya que cuando empezó a emprender, desconocía de todo lo que implicaba levantar una empresa, solo había una necesidad y pocas herramientas, pero muchas ganas.
Más aún en el rubro alimenticio, en el que hay mucho por cuidar porque trabajan directamente con la salud de las personas. Y actualmente está en el proceso de solicitar su registro de establecimiento en el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (Inan), lo cual implica un montón de gastos para adecuar el taller de fabricación y asegurar la inocuidad en la elaboración de los productos.
“Es un constante investigar, ser caradura y hablar con gente que tiene más experiencia para llegar a ser lo que deseamos en algún momento”, insistió Avi, quien también trabaja como diseñadora gráfica y community manager, pero su trabajo principal es ser mamá, subrayó.
Pandemia: la impulsó a sumar puntos de venta
Y sumado a lo difícil que ya es emprender, enfrentar una pandemia fue muy duro para todos, y su rubro que abastecía a los eventos todos cancelados, tuvo que buscar alternativas, y en ese camino encontró dos oportunidades: las personas buscaban consumir más productos locales y, lo otro, apresurarse a concretar la meta de llegar a puntos de venta, para lo cual era necesario desarrollar productos acorde a las necesidades y listos para los clientes finales sin depender de los eventos, explicó.
Rubro poco explotado
Como negocio, el rubro del chocolate es uno muy poco explotado, ya que hay poca variedad de materia prima, maquinarias o incluso capacitaciones. Y si bien hay muchas personas que se dedican a los chocolates, en su mayoría son pasteleros o reposteros, pero la chocolatería puede tener infinidad de ramas en sí misma y requiere de especializaciones, por lo que es todo un arte; desde la formulación, el templado, moldeado, los rellenos y las formas de presentación.
Es por ello que una de las visiones de Eleos Chocolates es fomentar el consumo y producción del chocolate como un alimento y no solo como golosina, develó la emprendedora. De esa forma, considera que se está encaminando para que el rubro sea rentable, ya que cuanto más personas apuesten a la elaboración de forma artesanal, se formará una cultura de consumo y, como resultado, se volverá más rentable, precisó.
A lo que sumó también que su ideal es poder transmitir lo que aprendió y capacitar a más personas sobre chocolatería, en especial a las mujeres que quieran emprender y así impulsar una cadena de generación de ingresos para más mamás que no puedan tener un trabajo estable, para que de este modo puedan ser contratadas por horas y transmitir la misericordia que ella recibió a más mujeres.
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Soñar, pero planificar
Así, transmitió un mensaje esperanzador para los emprendedores del país, ya que de las peores crisis pueden salir los mejores proyectos, instándolos a que en este periodo de pandemia puedan canalizar el tiempo y esfuerzo en soñar y planificar. “Sueñen grande y escríbanlo en un papel con fechas como una ruta que seguir. Esa ruta va a ser modificada mil veces, pero el empeño que pongan en eso va a ser que se vuelva realidad y tome su propio curso”, motivó.
Al tiempo de invitar a tener fe, que mucho tiene que ver en convertir los sueños en realidad. “Empiecen con lo poco que tengan, y si me permiten, recomendarles un buen amigo como compañero de proyecto y sueños, ese es Jesús, porque la fe hace que veamos las cosas que no son como si ya fueran, y yo fui testigo de milagros hermosos en estos años de Eleos”, puntualizó Avi.