Para el economista y exministro de Hacienda Manuel Ferreira, el sector agrícola fue crucial en la contención como aliado para mitigar los efectos adversos de la pandemia y la recesión económica generada a causa de la emergencia sanitaria.
“El campo, es decir el sector agrícola, ha actuado como un espacio de protección social, que complementó la tarea que el Estado ha hecho a través de los diversos programas creados en el marco de la pandemia”, expresó.
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Lo dijo ayer durante el webinar denominado “Transformación del sistema agroalimentario para fortalecer el desarrollo sostenible en la pospandemia”, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Fundamentó lo expuesto con base en datos recopilados tanto de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) como del Banco Central del Paraguay (BCP) en cuanto a los ingresos que se vieron seriamente afectados durante la pandemia.
Disminución de los ingresos
El principal factor fue la disminución de los ingresos, para lo cual elaboró un gráfico comparativo en el que demostró que en la zona rural o en el campo, un 61% fue afectado con dicha problemática, mientras que en la zona urbana, incluso el 73% de la población disminuyó su ingreso.
Así también, en segundo lugar, la pérdida del empleo o de los ingresos por consiguiente, que en la zona rural fue afectada un 30% de la población, a diferencia de las urbes donde el 42% de la población es la que quedó sin trabajo. Pero también, la pandemia influyó mucho más en las ciudades urbanas a la hora de conseguir trabajo o iniciar un negocio en el campo, ya en este último, la población rural afectada fue en un 27%, en tanto que la urbana en un 41% incluso.
El campo, sostén de muchos
Otro aspecto mencionado por Ferreira fue que Paraguay todavía cuenta con la ventaja competitiva del campo, que pudo recibir a muchas personas que habían migrado hacia la capital y que se quedaron sin trabajo, que al volver pueden contar aún con techo y comida.
Del mismo evento participó el subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué, quien señaló que “la transformación viene acompañada de 3 motores principales: el cambio en la demanda, cambios tecnológicos/científicos/biológicos/digitales, y el cambio climático”.
Para Jorge Meza, representante de FAO en Paraguay, la tarea de transformar el sistema agroalimentario es necesaria y urgente, y que conlleva una gran decisión política, más el compromiso de todos los actores; agricultores, sector privado, consumidores y demás involucrados en la cadena.
En tanto que por el MAG participó el viceministro de Ganadería, Marcelo González, quien alegó que desde el Gobierno apuntan a la investigación de semillas, de modo que las fincas agropecuarias tengan diversificación en su producción, para que las acciones de comercialización generen espacios para pequeños y medianos productores.