En la entrega de Emprendedores LN de hoy acercamos la historia de un negocio familiar liderado por Floriani Montiel, quien encabeza el emprendimiento denominado Ajaka, con el lema “El arte de regalar”. Para conocerlos, se les puede seguir en @ajakapy_15 en Instagram y en el Facebook como Ajaka - “El arte de regalar”, o al WhatsApp (0991) 222-852.
Ajaka se dedica a la preparación de canastas personalizadas, sean de desayuno, media mañana, merienda, canastas de nacimiento y también de regalos corporativos, como para las fiestas de fin de año que ya se acercan, con canastas de Navidad y Año Nuevo.
Comenzó como un hobby
La emprendedora Floriani, quien es de profesión abogada y madre de tres niños: Arnaldo, de 6 años; Renato, de 4 años; y Caeli, de 3 años; se afianza con La Nación para contar su historia, y empezó recordando que hace 5 años ya habían comenzado el negocio junto con su marido, quien hasta ahora le ayuda cuando hay muchos pedidos, pero que había iniciado más como un pasatiempo.
“Todo inició como un hobby en el 2015, era preparar canastas para amigos, familiares que querían dar una sorpresa en alguna fecha especial, o regalos que hacíamos nosotros mismos con mi esposo a algunos amigos. Es que siempre tuve una atracción por lo artesanal y la gente resaltaba que tengo talento y buen gusto para la elaboración de regalos personalizados”, expresó.
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Identidad guaraní
Fue así que, después de 5 años, decidieron refrescar el emprendimiento ya con una imagen y, por supuesto, un nombre que identificara algún gusto, por lo que le pusieron ajaka, que sería canasta en guaraní, dándole esa identidad con la utilización del dulce idioma ancestral.
A la vez, al ser Floriani y familia amantes de lo artesanal, casero y natural, se esmeran para que cada producto cuente con un detalle, a más de las frases en las tarjetas o los globos que acompañan las canastas que llevan nombres en guaraní.
“Los productos de nuestros ajakas son elaborados con los máximos cuidados de higiene y con elementos de primera calidad; frutas frescas, jugos sin azúcares, alimentos sin gluten, galletitas de avena y próximamente canastas con panes y budines para alérgicos también”, agregó la emprendedora.
Lo interesante de Ajaka es que no se trata de un negocio que solo busca el lucro propio, ya que algunos de los productos son adquiridos de otros emprendedores y artesanos que elaboran los ajakas, a más de las personas que se encargan de las entregas de los pedidos. A lo que sumó, sobre dicho punto, que para las propuestas de canastas navideñas realizaron una alianza con una comunidad indígena, que se encarga de elaborar los ajakas navideños, y ellos luego le dan el toque de la marca.
Floriani recalcó que en el emprendimiento está involucrada toda la familia, desde los hijos que ayudan con algunas labores, tal es que incluso el mayor, Arnaldo, realiza audios publicitarios ofreciendo las canastas de Ajaka, y como tiene mucha imaginación, es él quien a veces también le da ideas para las publicaciones que realizan en las redes.
Mercado
Los productos están dirigidos a todos los segmentos, desde canastas de desayunos y meriendas para niños que cumplían años, jóvenes que terminaban el colegio, oficinistas, ejecutivos, matrimonios de aniversario hasta para mimar a los abuelos que cumplían años. Es decir, Ajaka está en todos los momentos, resaltó Floriani.
En ese sentido, alegó que cada Ajaka es único, ninguno es igual al otro, que es una de sus principales fortalezas, ya que las personas pueden estar seguras de que lo que envían es algo preparado exclusivamente para los agasajados, y que son los clientes quienes personalizan cada obsequio.
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Es por ello que creen que tienen una muy buena aceptación y que crecieron muchísimo con algo que nació para clientes amigos y familiares, hoy día ya forman parte de la clientela las personas que alguna vez recibieron un Ajaka, y de tanto que les gustó, desean obsequiar también a otros y así se volvió una cadena, explicó Floriani.
“Es por eso que no podemos dejar de agradecer a todas las personas que confían en nuestro trabajo, aquellas que nos ayudan a ir creciendo y nos hacen parte de sus momentos especiales y sorpresas; sin ellos, Ajaka no sería nada”, subrayó.
Productos
Entre la variedad de opciones, nombró al Ajaka Aramboty, que sería la canasta de cumpleaños, y está entre las más pedidas, que tiene un valor de entre G. 175.000 y G. 200.000, dependiendo de lo que cada cliente desea agregarle.
También tienen disponibles las opciones de nacimiento a las que llaman “kunumi”, en español significa “ternurita”, que podría llegar a costar hasta G. 300.000; las de Aperitivo, las Ajaka de desayuno, las Ajaka Tereré Rupa, las Ajaka Light. Cuentan también con ajakas en madera rústica y cartón, que es la línea eco, por lo económica y ecológica, que fue idea de su esposo, y el costo de esta gama oscila entre G. 120.000 y G. 150.000.
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Abrazados por la pandemia
Afortunadamente para Ajaka, fue con la pandemia que decidieron dedicarse más formalmente al emprendimiento, para lo cual buscaron asesoramiento de profesionales para la creación de la marca. Y si bien la situación sanitaria les afectó como a todos, la familia supo buscar el lado positivo, ya que toda crisis también implica una oportunidad.
“Con la pandemia en verdad aumentaron los pedidos por la imposibilidad de salir que tenían las personas, por ende, nos pedían canastas para los momentos especiales que no podían dejar de recordarse de todos modos. Y allí estuvimos”, contó Floriani.
A la vez, con Ajaka buscaron innovar para poder sobresalir ante mucha competencia, así, para los regalos del día del padre, por ejemplo, incluyeron un retrato del agasajado, preparado especialmente por un dibujante, que por la pandemia se había quedado sin trabajo y de esa manera también pudieron fusionarse.
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No requiere de mucho capital inicial
Floriani contó que como negocio, el rubro de las canastas personalizadas es bastante rentable, ya que no se necesita de mucho capital inicial, y en el caso de ellos utilizan madera reciclada y reutilizan envases de vidrio a los efectos de abaratar costos y cuidar el medio ambiente, es que pueden evidenciar buenos ingresos.
Y como proyectos a futuro, con Ajaka quieren extender la marca a otros productos o servicios, de modo de generar un capital operativo interesante que les ayude a crecer hacia otras ciudades en cuanto a las entregas, lo que implicará emplear a otras personas para el servicio de delivery.
Emprender en Paraguay
Y ante la consulta, con base en la experiencia de emprender si es difícil hacerlo en Paraguay, asintió que sí se encontraron con algunas dificultades al querer formalizarse y abrir una cuenta en bancos de plaza, de modo de poder recibir transferencias. Lamentó haber atravesado por tales trabas, ya que justamente cuando uno quiere emprender es que necesita que se faciliten la posibilidad de operar a través de los servicios financieros.
Pero lo más difícil para un emprendedor, según Floriani, es posicionarse como una opción para los consumidores en un mercado tan competitivo. Así, como emprendedores, realizaron un trabajo minucioso de hacerse conocer entre tantas opciones, precisó.
Por otro lado, recalcó que en Paraguay está todo por hacer, y que solo es cuestión de animarse, perder la vergüenza y encarar. “Lo máximo que te pueden decir es que NO! ja, ja. Pero no pasa nada. La clave para nosotros está en la atención al cliente y la calidad de los productos”, concluyó feliz por el espacio la emprendedora.