Gracias a los trabajos ininterrumpidos que está llevando adelante el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el futuro Corredor de la Exportación, que unirá las ciudades de Natalio (Itapúa) y Los Cedrales (Alto Paraná), alcanzó un 74% de avance físico, según los últimos certificados de obra presentados por las contratistas.
Esta carretera se convertirá en un importante corredor logístico y pondrá fin a los reclamos de los pobladores por el aislamiento al que estaban sometidos, sufriendo el polvo en las sequías o el barro tras las lluvias.
La obra se construye con los más altos estándares de calidad, que no solo les permitirá llegar sin contratiempos a sus hogares, sino también distribuir su producción con una mayor competitividad hacia los principales mercados internacionales.
El denominado Corredor de la Exportación cubrirá 147 kilómetros, beneficiando directamente a las localidades de Natalio, Yatytay, San Rafael del Paraná, Carlos Antonio López y Mayor Otaño (Itapúa), Ñacunday, Domingo Martínez de Irala y Cedrales (Alto Paraná). En todas estas comunidades habitan cerca de 120.000 compatriotas.
Tramos
Actualmente se trabaja con la carga de concreto asfáltico y el extendido de la carpeta asfáltica que a la fecha alcanzó 42,8 km de trayecto ya terminado en el tramo 1, mientras que en el tramo 2 es 24,4 km y 10,6 km de avance en el tramo 3.
El tramo 1 abarca Natalio-Colonia 7 de Agosto y está a cargo de Benito Roggio e Hijos SA. El tramo 2 va desde 7 de Agosto hasta el río Ñacunday y es responsable Ecomipa SA.
Finalmente, el tramo 3 Río Ñacunday-Cedrales lo construye Ilsung Construction. Toda la fiscalización del proyecto está a cargo del Consorcio Central Yachiyo. La construcción de esta nueva ruta emplea directamente a 900 personas y tiene un efecto multiplicador muy importante en toda su área de influencia.
Esta vía es considerada clave para la movilidad económica de alimentos producidos en el país y en consecuencia la importación y exportación de productos derivados, más aún si tenemos en cuenta que en estas zonas se concentran los principales puertos graneleros sobre el río Paraná.
Se trata de uno de los proyectos más importantes de todo el sureste de la Región Oriental porque permitirá la conexión de la red vial con la hidrovía, constituyéndose así en una ruta clave para las exportaciones de esta región altamente agrícola. Su financiamiento se da con fondos de la Agencia de Cooperación del Japón (JICA).
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