El Fondo Monetario Internacional (FMI) realizó la presentación virtual del último pronóstico de las Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), por la mañana de este martes, correspondiente al mes de octubre.
El presente informe señala que el crecimiento mundial tuvo una leve corrección al alza de 0,8% frente a la anterior actualización de junio, con lo que espera que se pueda crecer -4,4% en este 2020, mientras que para el 2021 la proyección es de 5,2%; que corresponde a 0,2 puntos porcentuales por debajo de la previsión de junio.
Aun así, ante los pequeños signos de recuperación a causa de la pandemia del COVID-19, mejores a las proyectadas anteriormente, el FMI recomienda que se diseñen políticas de cara a posicionar a las economías en trayectorias de crecimiento más fuerte, equitativo y sostenible, ya que el camino de vuelta al crecimiento será largo, desigual e incierto.
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“La distensión de la política monetaria a escala mundial si bien es fundamental para la recuperación, debe complementarse con medidas para evitar la acumulación de riesgos financieros a mediano plazo, y se debe garantizar la independencia de los bancos centrales a toda costa”, recalca el informe.
Al 2020 lo señala como en una profunda recesión en la que seguirá, ya que la crisis desatada por la pandemia es la peor desde la Gran Depresión de 1929. Y que para la recuperación de este desastre, será necesaria una innovación importante al frente de las políticas, tanto a nivel nacional como internacional.
Resultados menos alarmantes
La actualización a una pequeña mejoría se debe a los resultados un poco menos alarmantes en el segundo semestre, así como otras señales de recuperación más fuertes en el tercer trimestre, que se compensan a la vez con las revisiones a la baja en algunas economías emergentes y en desarrollo.
Es así que no se descarta que la crisis genere daños permanentes a mediano plazo, ya que los mercados laborales necesitarán tiempo para recuperarse, a más de la incertidumbre y los problemas en los balances que frenaron la inversión, mientras que el capital humano se verá afectado por la pérdida de períodos de escolarización.
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Por ello, luego del repunte en el 2021, se prevé que el crecimiento mundial se vuelva más lento y de forma gradual hasta el 3,5% a mediano plazo y que la pérdida de producto en términos acumulados, en relación con lo proyectado antes de la pandemia, crezca de US$ 11 billones en 2020/21 hasta los US$ 28 billones entre el 2020/25, lo que será un grave contratiempo para la mejora de los niveles de vida promedio en todos los países, acota el informe.
No obstante, el FMI reitera que se mantiene una gran incertidumbre en torno a las perspectivas, tanto con riesgos al alza como a la baja, ya que el virus está resurgiendo a más de restablecer algunos confinamientos localizados, y que si esto empeora, el daño a la actividad económica se vería amplificado por intensas turbulencias en los mercados financieros.