Los programas de alimentación escolar tienen un alto impacto socioeconómico en las comunidades que los implementan porque estos se traducen a mediano y largo plazo en jóvenes sanos, que pueden culminar su educación formal y elevar, por ende, su calidad de vida.

Así lo manifestó Dimitris Mamay, director de Alimentación para el Desarrollo de América de Tetra Pak, días atrás en el marco de una conferencia virtual en conmemoración del Día Mundial de la Leche Escolar, que se celebra cada 30 de setiembre, por instauración de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

El disertante destacó la importancia de los programas de alimentación escolar con base en la leche industrializada, al tiempo de lamentar que los mismos están rezagados por la situación de pandemia que afecta a todos los países de América Latina.

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Expresó que para muchos niños el vaso de leche que reciben en la escuela es el único momento en el día en que reciben una alimentación sustancial y rica en nutrientes, como proteínas, vitaminas A, B, D, calcio, magnesio, fósforo, potasio y aminoácidos esenciales, sumamente necesarios para su crecimiento físico y su desarrollo intelectual.

El consumo de leche no solo contribuye con la salud física del niño, sino que le permite también estar atento en clase y comprender las lecciones que desarrolla la maestra, por lo que los programas de alimentación escolar con base en esta bebida cumplen un rol fundamental en el desarrollo cognitivo de los niños.

Además, los programas de alimentación escolar tienen un alto impacto socioeconómico, según Mamay, dado que la cadena láctea comprende la participación de productores primarios, en su mayoría pequeños productores, industrias y servicios, que generan valor a través de puestos de trabajo. El experto comentó que por cada dólar invertido en programas de alimentación escolar, el retorno es de al menos 3 dólares en la economía local.

Con el compromiso de que los alimentos sean seguros y estén disponibles en todas partes, la empresa Tetra Pak apoya desde hace décadas los programas de alimentación y nutrición escolar en todo el mundo. En el 2019, unos 68 millones de niños de 56 países recibieron leche u otras bebidas nutritivas en envases Tetra Pak en sus escuelas. Y los infantes de Paraguay no son la excepción. Recientemente, Tetra Pak donó 661 litros de leche a proyectos de la Fundación Dequení: Alfombrita Viajera de Ita Koty e Ita Poty, de la ciudad de San Antonio, y Casa de Acogida de la sede de Fernando de la Mora. Esta donación beneficiará a 94 familias de San Antonio y a las 57 que forman parte del proyecto Casa de Acogida.

Estos programas cumplen un rol fundamental en el marco de la pandemia del COVID-19, ya que siguen asistiendo a familias de comunidades vulnerables, con educación y kits de alimentos e higiene, buscando suplir algunas de las necesidades más acuciantes que surgen en estos tiempos, explicó la directora de la Fundación Dequení, Andreza Ortigoza.

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Por su parte, el gerente ejecutivo de Tetra Pak Paraguay, Guillermo Yánez, manifestó: “Desde 1962 hemos trabajado para incrementar el acceso del mundo a alimentos saludables y seguros, trabajando con aliados en todo el mundo en el desarrollo de programas de alimentación y nutrición en las escuelas. Hoy, más que nunca, queremos apoyar los esfuerzos para mantener estas iniciativas que han demostrado ser eficaces para mejorar la nutrición y los resultados educativos, apoyar la agricultura local y promover el desarrollo económico”.

Finalmente, el doctor en Nutrición Rodrigo Valenzuela expuso que “la leche, al ser un alimento completo, que aporta nutrientes de alto valor biológico, juega un rol relevante para enfrentar y frenar la desnutrición infantil”, que junto con la obesidad es una de las principales afecciones que padecen los niños de Latinoamérica.

“La leche es fuente de energía, contiene macronutrientes de alta calidad proteica, calcio y fósforo, que son vitales no solo para la formación de la estructura ósea y muscular, sino también para desarrollo de las capacidades del cerebro y del sistema inmune”, concluyó el especialista.