Paraguay espera contener el impacto negativo de la pandemia del COVID-19 sobre su economía este año, cuando tuvo que endeudarse abruptamente, y cuenta con una rápida recuperación a partir de 2021, dijo el ministro de Hacienda, Benigno López.
“Paraguay registra la menor caída de la región y el FMI (Fondo Monetario Internacional) reporta probabilidades de un salto importante de alrededor de 5% del PIB en 2021”, refirió López en declaraciones a la AFP. La expectativa de crecimiento de Paraguay para 2020 se estimó en 4% en diciembre de 2019, pero la crisis sanitaria hizo añicos esa cifra, que ahora se ubica en una contracción de 3,5%.
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“Nuestra deuda (externa) subió de 21% a 31% del PIB. Aún así, Paraguay es el país que menos deuda tiene en la región”, un total de 9.000 millones de dólares, subrayó el ministro.
“Se nos viene un año complicado. Dicen que esta será una década perdida. Hoy tenemos que aligerar las espaldas a la gente que va a llevar adelante la recuperación. Más adelante sí tenemos que plantear un pacto tributario”, dijo el ministro, que esta semana fue recomendado por Mauricio Claver-Carone, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para el cargo de vicepresidente de la organización financiera con sede en Estados Unidos.
Hoy somos ejemplo
El presidente Mario Abdo Benítez destacó esta semana que “Paraguay es la única economía en la región que creció 2,9% en junio (con respecto al mismo mes del año anterior). En julio crecimos 0,9%. Hoy somos ejemplo”. El Banco Central reportó que ese crecimiento se debe principalmente a la producción de soja, la ganadería, algunas ramas manufactureras y la construcción.
El ministro de Hacienda refirió que durante estos meses de pandemia Paraguay emitió una línea de crédito de 1.600 millones de dólares a partir de créditos en los mercados internacionales y a través de los organismos multilaterales.
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Con esos recursos “se fortaleció el sistema de salud, pudimos llegar a los sectores más vulnerables. Pudimos permitir y asegurar el funcionamiento del Estado y dimos una serie de alivios fiscales y de cargas sociales a los contribuyentes”, indicó.
Según un informe del Banco Mundial publicado este viernes, América Latina y el Caribe sufrirán “el peor impacto económico y en salud” en todo el mundo por el COVID-19, con una caída del PIB regional de 7,9% en 2020.
Déficit e impuestos
El gobierno paraguayo presentó en setiembre un proyecto de presupuesto para 2021 por 85,7 billones de guaraníes (unos 12.100 millones de dólares), casi igual al aprobado para 2020. El gobierno intenta que el Parlamento autorice un déficit fiscal de 4% del PIB, por encima del máximo de 1,5% que permite la actual ley.
Pero la oposición de izquierda (minoritaria) solicita reorientar las obras públicas que no benefician a las poblaciones vulnerables y reclama más impuestos, uno a la soja de 5%, el aumento a 30% del impuesto al tabaco, así como a las bebidas azucaradas, entre otros.
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“La presión tributaria de Paraguay es la más baja del mundo, 9,1% del PIB. El 6% lo aporta la gente común, de la clase media que paga el IVA y los impuestos al consumo”, señaló a la AFP la senadora Esperanza Martínez, del partido Frente Guasú (Frente Grande).
“La gente más rica, que dice que mueve la economía del país aporta apenas el 2,1%. Algo anda mal en este país donde la desigualdad y la pobreza se radicalizaron con la pandemia”, dijo Martínez, presidenta de la Comisión de Presupuesto de la cámara.
Y aunque el ministro López reconoce como cierto que “la parte más grande de la torta tributaria es el IVA”, sostiene que no es “prudente” hablar de nuevos impuestos en este momento.