En comunicación con La Nación Digital, el economista y exviceministro de Economía y extitular del Banco Nacional de Fomento (BNF), Daniel Correa evalúa el escenario económico en medio del recrudecimiento de casos de COVID-19. Considera acertadas las medidas implementadas por el Gobierno para mitigar los efectos de la crisis.
Sostiene que la economía requiere de una inyección urgente para reactivarse y, además, ve como impostergables medidas más agresivas y audaces para enfrentar este incierto escenario. A continuación, la transcripción completa de la entrevista.
- ¿Cuál es su análisis del impacto de la pandemia en la economía?
- La magnitud de los acontecimientos causados por la pandemia del COVID-19 es histórica, con caídas notables en la producción, empleo y en muchos casos estos acontecimientos se encuentran generando retrocesos en la calidad de vida y en las condiciones socioeconómicas en diversos países del mundo.
Nuestro país no es la excepción, las medidas de confinamiento (cuarentena), ya sean totales o las parciales (inteligente), han permitido salvar millones de vida de nuestros compatriotas. Pero estas han paralizado y cortado los tiempos de producción, empleo y han restringido la generación de ingresos impactando en la calidad de vida de millones de paraguayos.
Incluso, organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han recordado las proyecciones de crecimiento mundial, en abril contemplaban una contracción de la economía mundial de -3%, mientras que a finales de junio, volvían a recortar sus proyecciones de crecimiento a una caída de -4,9% para el 2020 y vislumbrando una fuerte incertidumbre respecto a la recuperación de la economía mundial.
Para nuestro país, el mismo FMI ha vuelto a reducir sus estimaciones de crecimiento para el 2020 a -5%, recalcando el mensaje de la difícil recuperación o restauración de los niveles previos de producción y empleo previos a la crisis del COVID-19. El FMI aún destaca a Paraguay, que cuenta con una estabilidad macroeconómica envidiable para la región, aún bajos niveles de deuda pública y un banco central independiente. Y el Banco Central en su última proyección del PIB estima que la caída podría alcanzar el 3,5% en el 2020, mientras que en proyecciones propias elaboradas recientemente, indican que la caída en el 2020 podría estar en niveles cercanos al 5%.
- ¿Las respuestas que se dan desde el Gobierno, tanto en el ámbito sanitario como en lo económico, son satisfactorias?
- Considero acertada la implementación de planes de estímulo económico, como el lanzado recientemente, con tres grandes ejes, siendo estos la inversión pública para sostener el empleo, el financiamiento para reactivar la producción y la protección social.
No obstante, se observa que estas se configuran en una respuesta tradicional, ante una economía en recesión o en una contracción económica temporal, pero de niveles extraordinarios. La situación, que enfrenta el mundo y Paraguay, escapa a la situación tradicional, las circunstancias conllevan eventos únicos en la historia de nuestras economías.
Pero enfatizo en ponderar, que en tiempos extremos se requieren medidas extremas, el escenario actual probablemente causará una de las caídas más importantes en nuestra historia, por lo que creo firmemente que son sumamente necesarias medidas más agresivas y audaces para enfrentar este incierto escenario que genera una contracción significativa de todos los sectores económicos de nuestro país.
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Los trabajadores y las empresas del sector formal constituyen el núcleo de nuestra clase media, un sector de la población que siempre ha recibido la carga de contribuir con el peso de los tributos, así como de los cambios en las políticas públicas generadas por el Estado.
En la situación actual de Paraguay, existen aproximadamente 3,4 millones de trabajadores, pero de estos, apenas el 20% contribuyen a los planes del Instituto de Previsión Social (IPS), recordando que 1 de cada 7 trabajadores formales se encuentran con complicaciones laborales en este momento (causados por la crisis del COVID-19).
Las empresas formales se enfrentan a una situación de desigualdad debido a que solo 1 de cada 4 empresas se encuentra registrada como contribuyente, adicionalmente en este contexto de la crisis del COVID-19, apenas 1 de cada 3 empresas ha podido acceder a un crédito. Además, cerca del 40% de las empresas que solicitaron crédito fueron rechazadas y 30% no recibieron aún una respuesta.
Con todo esto, se debe recalcar adicionalmente que el consumo de los hogares se ha estado contrayendo en aproximadamente un 20% respecto a los niveles previos a la pandemia del COVID-19. Esto se traduce directamente en una fuerte contracción de la demanda interna y con ellos una brutal caída en las ventas de las empresas nacionales.
- ¿Es conveniente el nuevo endeudamiento previsto en el plan de reactivación económica?
- La deuda pública es una herramienta más en el proceso de financiamiento del desarrollo. En un escenario de restricciones presupuestarias de limitada generación de tributos, pero de necesidades de inversión de gran envergadura requiere de un ajuste importante en los gastos corrientes actuales y trabajar en un proceso de priorización solo para aquellos proyectos que sean las estrictamente necesarias (proyectos de infraestructura de acceso urbano y de plantas de saneamiento básico, así como de viviendas sociales e infraestructura educativa).
- Algunos economistas sostienen que lo más prudente es esperar hasta el año próximo.
- Desde la visión financiera del presupuesto quizás sea lo más aconsejable por el ritmo de crecimiento de la deuda, sin embargo, la economía requiere inyección urgente para reactivarse y quizás esperar los tiempos de la burocracia estatal nos pueda llevar a que la contracción se siga profundizando.
- ¿Qué sectores y cómo deben ser priorizados en la pospandemia?
- El impacto multiplicador en generación de ingresos y empleo en sectores de obras públicas y vivienda, industrias intensivas en mano de obra y servicios, pero desde lo social debe seguir potenciándose los apoyos de transferencia a segmentos más vulnerables de la sociedad y generar el espacio que estos vulnerables puedan acceder a mercados más formales del empleo.
- Teniendo en cuenta su experiencia en el gobierno anterior ¿qué recomendaría al presidente de la República?
- Es difícil hacer recomendaciones desde afuera, pero lo importantes en este momento es generar expectativas positivas acerca de cómo se reactivará la economía. Qué y cómo vamos a reactivar la economía en el corto plazo y una visión estratégica de desarrollo a mediano plazo.
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