La complicada crisis que se vive como consecuencia de la aplicación de medidas paliativas para frenar la propagación de la pandemia, en especial en las ciudades fronterizas, no solo afecta al comercio, sino además a los subsectores que dependen directamente de la actividad y del ingreso de los brasileños. Este es el caso de los taxistas, de quienes nadie habla, pero están “aguantando” desde hace casi cinco meses sin salir de sus casas y para subsistir, muchos ya vendieron sus pertenencias.
Así lo que señaló Derlis Gaona, presidente de la Asociación de Taxistas de Ciudad del Este, quien en contacto con Radio Uno 650 AM aseveró que tiene miedo del contagio y que por eso se queda en su casa desde hace 5 meses, cumpliendo a rajatabla lo establecido por el Ministerio de Salud. En igual situación están sus compañeros, también trabajadores del volante.
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“Los compañeros ya están vendiendo algunas cosas que tienen en sus casas como los electrodomésticos. A eso llegamos ahora. Estamos sacrificando todo lo que tenemos para aguantar. Estamos pasando un mal momento realmente y necesitamos la ayuda del Gobierno. Eso es lo que más estamos reclamando”, expresó esta mañana.
En cuanto a la asistencia del programa Pytyvõ que anuncia el Gobierno, mencionó que una vez llegó a los trabajadores, y que si bien lo que se anunció con Pytyvõ 2.0 no es mucho dinero, están ilusionados con dicho pago, ya que la situación es realmente alarmante, pues prácticamente no hubo asistencia del Estado “y estamos llegando ya casi a medio año de encierro”, dijo Gaona.
“Es preocupante la situación. No sabemos cuándo se va este virus y los muchachos están pasando necesidad y hambre”, lamentó un taxista.
Movimiento comercial
Sobre los números del sector, explicó que están habilitados 2.400 taxistas en CDE, a más de 1.100 transportes alternativos, que serían las furgonetas, y más de 1.200 mototaxistas. Indicó que los datos que maneja son solo del microcentro.
“Está difícil la situación en CDE, nunca pensamos pasar por esto. Dentro de poco creo que el pueblo entero va a pedir la reapertura del Puente de la Amistad, ya que el 98% del microcentro depende de este cruce y del Brasil”, agregó el profesional taxista.
En ese sentido, indicó que los taxistas son una especie de “paseros” a la hora que los brasileños ingresaban para realizar sus compras, por lo que dependían netamente de ellos, del flujo comercial que representaba y que, al igual que ellos, muchas de las ciudades aledañas como Hernandarias y Juan E. O’Leary también dependen de CDE.
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